Para asegurar niveles seguros de operación de los tres diques, Caracoles, Punta Negra y Ullum, en la reciente prórroga de la ley de emergencia hídrica el Gobierno local incluyó un artículo que habla de "respetar" las cotas mínimas de los embalses. Frente al temor de que la medida vaya a afectar el riego de los cultivos cuando hay escasez de agua, los regantes rechazan la decisión y argumentan que ahora más que en otro momento necesitan mantener irrigadas las plantaciones.
Entre las voces críticas, Eduardo Garcés, presidente de la junta de Riego de Chimbas y titular de la Federación de Viñateros, sostuvo que "necesitamos el agua ahora, queremos que nos den un respiro para regar. Además, los diques ya han estado bajos y nunca ha pasado nada".
Desde la junta de Riego de Caucete, Andrés Roca manifestó que "los diques son para guardar agua, pero debe tener prioridad la producción, por supuesto que después del consumo humano. No puede haber un manejo político del agua".
El temor de los regantes es que en la intención de mantener a los diques con niveles aceptables de agua se les vaya a retacear el agua para cultivos, principalmente viñedos y chacras.
Lo del cuidado de los niveles de los diques no es nuevo, pero ahora lo dejaron establecido por ley, según explicó Ramiro Cascón, secretario del Agua, a cargo del Departamento de Hidráulica. "Queremos que se pueda regar más que el año pasado, pero hay que tener disponibilidad para otros años, en previsión de que haya menos agua", explicó el funcionario.
La intención oficial es llevar adelante un plan plurianual de recuperación de la cota de seguridad de los diques. "Pero no será en un solo año porque con el agua disponible no creemos que vaya a alcanzar para regar y que se recuperen los tres embalses", dijo Cascón.
Las cotas mínimas de los diques las establece el Consejo Provincial para Control de Embalses y Seguridad de Presas (Cocesp), integrado por la Secretaría del Agua, Hidráulica, la Dirección de Recursos Energéticos, Energía Provincial Sociedad del Estado (EPSE) y Obras Sanitarias Sociedad del Estado (OSSE).
Para el actual período, el consejo estableció que el nivel mínimo de seguridad para el dique de Ullum es de 750 msnm, para Punta Negra de 920 msnm y para Caracoles de 1.030 msnm. Sin embargo, según datos oficiales, sólo los dos últimos diques están a ese nivel, mientras que Ullum está por debajo, a 748,2 msnm (ver infografía).
El riesgo de no respetar los niveles mínimos es que, por ejemplo, en el caso de un aluvión por fuertes lluvias, al material de arrastre puede ingresar y llenar de sedimentos los descargadores de fondo, quitando vida útil de las presas. O, en el caso de Ullum, incluso poner en riesgo el abastecimiento de agua potable.
En la actualidad, las 3 presas suman un total acumulado de 240 hm3, pero no toda esa agua está disponible porque hay que conservar los niveles de seguridad. Con capacidad plena los 3 embalses pueden guardar un total de 1.332 hm3.
La ley de emergencia hídrica también faculta al Departamento de Hidráulica a realizar adquisiciones y contrataciones directas por ejemplo de equipos de riego, compuertas y elementos de seguridad para los canales, elementos de medición de caudales, materiales para reparación de perforaciones y repuestos de maquinarias afectadas para el riego.
- Riego eficiente
El Gobierno provincial impulsa un proyecto de ley que propone el fomento a la eficiencia y la sostenibilidad hídrica del riego agrícola. El cambio fundamental que se impulsa es pasar a regar según la demanda o la necesidad de cada cultivo, en lugar de un coeficiente fijo, como es hasta ahora, según explicó Ramiro Cascón, secretario del Agua, a cargo de Hidráulica.
El proyecto ya fue presentado en la última reunión de la Mesa del Agua, con la que cerró su actividad del año, y propone la concreción de obras de mejoras en la red de riego y la modernización de los criterios de distribución y de uso, ‘que permitan conseguir incrementos en la eficiencia hídrica. Todo ello, con la finalidad de mejorar la productividad del agua desde el punto de vista económico, social y ambiental’, según se explicó en la oportunidad.
Según el proyecto, se busca crear un instrumento de transición y voluntario, que permitirá incorporar tecnología y realizar obras, sin modificar ningún artículo del Código de Aguas. Y apunta a garantizar el agua suficiente para satisfacer el derecho humano al agua.