El Gobierno anunciará en las próximas horas una prórroga del programa Precios Máximos. Se trata de unos 2.300 productos que no sufrirán variación alguna en el precio registrado hasta aquí. Quiere decir que seguirán igual en adelante. El plazo convenido es de 30 días, hasta fines de julio.
En rigor, esa canasta básica representa buena parte del universo de consumo de las familias en la Argentina. El dato clave es que el Gobierno apuesta a mantener congelada la mayor parte de la oferta de bienes y servicios en el país, y que los alimentos son una parte sensible de ese grupo. De esa forma se hace menos ostentosa la pérdida del poder adquisitivo en épocas donde los salarios sufrieron recortes en el mejor de los casos. Para el Gobierno, el congelamiento resulta una llave indispensable para poder diseñar una salida acorde a la enorme crisis económica que se transita.
En la Secretaría de Comercio Interior consideran que no hay margen en medio de la pandemia para realizar subas. Es lo que le ha dicho la secretaria Paula Español a los principales empresarios en las últimas horas. Que los Precios Máximos permanecerán sin cambios a pesar del aumento de muchos costos en el proceso productivo.
A la vez, se remitieron a las declaraciones que hizo ayer, por televisión, el ministro Matías Kulfas, quien sostuvo que con Precios Máximos hubo un grado de cumplimiento más que razonable. El economista dijo que “tiene que quedar claro que no vamos a convalidar aumentos importantes, vamos a trabajar en un esquema que garantice que los hogares accedan al consumo de los productos básicos que necesitan. Trabajamos muy fuerte con todo un sistema de inspecciones, hemos fortalecido las acciones de fiscalización”.
En medio de la incertidumbre que había generado la falta de respuestas por parte del Gobierno, las principales empresas venían presentando listas de precios con incrementos del orden del 20% al 30% a los supermercados. Pero fueron los supermercadistas los que, primero, les respondieron que no estaban autorizados a aceptarles esa modificación. Quien autoriza, se sabe, es el Gobierno. Finalmente, en los encuentros que seguirán en el día de hoy pero que arrancaron la semana pasada, la respuesta fue siempre la misma: hay que seguir un mes más, así, sin cambios. Y después se verá.
Varias fuentes empresarias contaron sus conversaciones. En ellas, los hombres de negocios manifestaron sus problemas vinculados con la suba de los costos de producción. En algunos casos, y con la restitución del IVA mediante, se trata de precios que datan de noviembre de 2019 y que no han recibido ajustes.
La totalidad sostiene estar vendiendo a pérdida e incluso consignan la evolución en la cotización del dólar oficial como uno de los argumentos adicionales. En los últimos días, el titular de la Copal y vicepresidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, también se sumó a esta lectura, cuando le dijo a Ámbito que la discusión por los precios resulta indispensable a la luz del incremento de costos por parte de las empresas del sector.
En todos los casos, la respuesta del Gobierno fue que existía la posibilidad de hacer algunos ajustes en los productos del programa Precios Cuidados, que convive con los Precios Máximos, si bien es mucho menos representativo y cuenta con menor cantidad de productos. Esos incrementos irían del 6% al 10%. Ese programa también vence a fin de mes. Y se renovará.