El Gobierno, a través del ministro de Agricultura Julián Domínguez, afirmó que el aumento de las retenciones para la harina y el aceite de soja “no perjudicará a los productores”, a los que calificó como “la gallina de los huevos de oro”.
“A los productores ya le descuentan el 33%. A ellos no se los afectará con esta medida”, señaló el titular de la cartera agropecuaria. Y afirmó que la iniciativa que rige desde este sábado hasta -en principio- el 31 de diciembre “alcanza a 11 empresas exportadoras, de las cuales 8 representan el 95% del total de las exportaciones”.
“Hemos decidido, con el propósito de captar los precios internacionales de esta coyuntura histórica, abrir los registros de exportación de la cosecha 22/23 por un total de ocho millones de toneladas de trigo que se suman a las dos millones de toneladas ya autorizadas”, informó Domínguez.
Y amplió: “Con esta decisión pretendemos darle previsibilidad a los productores para la próxima siembra de trigo y lograr un nuevo récord de producción”.
Según el ministro, “la crisis mundial nos afecta, pero también nos pone ante el desafío de reforzar nuestro compromiso con la seguridad alimentaria global”.
Domínguez reconoció que el Gobierno pide “un esfuerzo” con “la suspensión temporaria de este beneficio”, aunque descartó aumentos en otras retenciones. “No vamos a tocar las retenciones de maíz, de trigo, de soja y de aceite de girasol. Cada vez que se afectaron, la Argentina cayó en su intención de siembra”, prometió.
A través de los Decretos 131/2022 y 132/2022, publicados este sábado en el Boletín Oficial, el Gobierno hizo oficial el aumento a las retenciones para la harina y el aceite de soja, y la creación de un Fondo de Estabilización del Trigo con el propósito de “mitigar el precio de la tonelada” de ese producto.
El texto de la primera medida confirma que, en adelante y hasta el 31 de diciembre, la alícuota del derecho de exportación que pagan la harina y el aceite de soja, entre otros alimentos, sube del 31% al 33%.
El Decreto 132/2022, por su lado, establece la creación del “Fondo Estabilizador del Trigo Argentino”. Se trata de un fideicomiso administrativo y financiero destinado a “mitigar el alza del precio de la tonelada de trigo que requiere la cadena de molienda argentina, considerando los valores, anteriores al conflicto, de las mercaderías involucradas”, en alusión al maíz, el girasol y sus derivados.
Su financiación será a través del excedente que ingresará a partir del aumento de las retenciones a la harina y el aceite de soja, y se instrumentará en forma de subsidio del precio de la bolsa de harina de 25 kilos que se comercializa a las panaderías.
Fuente: TN