Revelaron la existencia de una carta intención por la que se pretende ceder ilegalmente el mercado satelital a una empresa de EEUU.
La gestión del presidente Mauricio Macri está incursionando en un terreno conflictivo en lo político, al revelar la intención del Gobierno de ceder la mayor parte del paquete accionario de Arsat (Empresa Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima) a la compañía contratista norteamericana Hughes. Lo que en la práctica es una privatización, el Presidente y demás funcionarios de la ex área de Comunicaciones la relativizaron al decir que es una "alianza estratégica”, cuando en realidad lo que se está haciendo es resignar el espacio orbital, que posibilita ampliar los servicios de banda ancha satelital, un negocio en pleno desarrollo a nivel mundial. También se considera que se está cediendo soberanía a manos de capitales extranjeros, los que además podrán llevar al exterior los dividendos que generen.

Pero lo más cuestionable de esta decisión y que justifica la total oposición de la mayoría de los sectores involucrados en el tema es que, de confirmarse la concesión, el Gobierno estaría violando la ley 27.208 de Desarrollo de la Industria Satelital, aprobada en 2015. Esta norma es clara al establecer que no se pueden ceder los derechos de un tercer satélite, a menos que el Congreso lo apruebe.
La oposición, junto a sectores empresariales del área de telecomunicaciones, están dispuestos a impedir que el acuerdo avance y confían en que el escándalo político e institucional evitará que el acuerdo prospere.

Arsat es una empresa estatal que tiene derechos exclusivos para operar y comercializar los satélites de comunicaciones geoestacionarios argentinos. Actualmente opera como distribuidor de capacidad satelital a terceros, y es responsable del desarrollo de satélites e infraestructura terrestre para el sistema de televisión digital de nuestro país. A partir de 2010, trabajó en el ARSAT-1 desarrollado y ensamblado por el INVAP en Bariloche. Su lanzamiento fue en 2014, en Guayana Francesa. En 2015 se lanzó el ARSAT-2 y actualmente se trabaja en el ARSAT-3, que abarcará el continente americano.

Las negociaciones con Hughes, se concretaron a fines de junio poco antes de que el ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad dejara el cargo para ocupar la cartera de Defensa. La carta intención fue firmada por el titular de Arsat, Rodrigo de Loredo, yerno de Aguad, por lo que en ámbitos empresariales se los sindica como responsables de entregar deliberadamente el monopolio del tercer satélite a la empresa estadounidense.