El hijo de la mujer china desaparecida hace 16 días y vista por última vez en el aeropuerto de Ezeiza declaró esta mañana y luego le extrajeron sangre, que será cotejada con el ADN del cuerpo encontrado en un arroyo de esa localidad. Se cree que esa verificación será clave para lograr identificar el cadáver, que tiene rasgos orientales y ropa similar a la que usaba la señora perdida.
Durante el procedimiento, el joven reconoció, mediante una foto, que el sweater hallado en el lugar donde apareció el cuerpo pertenece a su madre.
También reconoció un dije de oro hallado en el lugar.
“Es hijo único y estaba shockeado. Además, habla poco español. Luego, de aquí se fue a hacer el análisis. Los resultados demorarán unos días”, explicó el fiscal a cargo de la causa, Carlos Hassan.
Además, Hassan dijo: “La autopsia ya está hecha. Pero, como el cuerpo tenía un estado avanzado de descomposición, el laboratorio tardará unos días en tener el resultado de las pericias”. Por la mañana, el funcionario le había dicho a Télamque “todavía no se puede determinar si se trata de la señora Sun Zhong Qin”.
Según trascendió, la autopsia reveló que la mujer habría sufrido un ACV previo a su muerte. Por lo que los investigadores creen que, en caso de confirmarse que se trata de la ciudadana china, podría haber sufrido un problema neurológico arriba del avión por compresión. Y que eso habría generado el cuadro de desorientación que contaron algunos testigos.
En la causa no declarará nadie más y en estos días lo hicieron algunas personas que viajaron con ella, pero en la Policía Aeroportuaria. “Lo único que sé, a través de informes preliminares, es que la muerte no habría sido traumática, pero no puedo confirmar nada más”, completó.
De acuerdo con fuentes de la investigación, por su conducta, la mujer de origen chino habría sufrido desorientación y falta de ubicación en tiempo y espacio. “Él todavía no vio el cuerpo, sólo le mostraron fotos de las pertenencias halladas y pudo reconocer algunas. Pero todavía no tenemos nada confirmado”, indicó Carlos Lin, vocero de la comunidad china, sobre Diego Ma.
Marcelo, un viajero que compartió avión con la mujer desaparecida, contó ayer a la señal TN: “Notamos que tenía ansiedad y estaba un poco desorientada, pero charlaba, estaba lúcida. Era una mujer dulce, súper agradable”.
El cadáver de una mujer con rasgos orientales fue encontrado el sábado en un arroyo de la localidad bonaerense de Ezeiza, a unos 300 metros de donde aparecieron las pertenencias de una ciudadana china. Según el estudio preliminar del cuerpo, este “no presentaba lesiones ni otros indicios sobre la causa de muerte”. Además le encontraron un dije de oro, por lo que también presuponen que no fue víctima de un robo.
De acuerdo a la información que brindó su familia, la mujer vivía en el barrio porteño de Villa Urquiza y llevaba una década residiendo en la Argentina. Aquí se la conocía como María.
El 19 de enero pasado, Sun llegó de Shanghái a Ezeiza a las 22.45 en el vuelo TK 015 de la empresa Turkish Airlines, pasó por Migraciones a las 23.39 y se la vio salir de la Terminal A a las 4.30 de la madrugada del 20, cuando un hombre de camisa blanca la acompañó hasta la puerta, según imágenes de las cámaras de seguridad. Más tarde, María pasó por un galpón próximo, donde habló con un hombre y siguió caminando hacia la zona de bosques.
Tanto desde Policía de seguridad Aeroportuaria como de la empresa Aeropuertos Argentina 2000, las fuentes señalaron que ni antes ni después de que ese vuelo de Turkish Airlines llegara a Ezeiza o durante su arribo recibieron comunicación alguna del piloto sobre algún problema con alguna persona.