La Justicia decidió, provisoriamente, no imputar a Carlos “Indio” Solari por el recital que ofreció el 11 de marzo pasado en Olavarría y dejó dos muertos. La Fiscalía de Delitos Complejos de Azul, que se encuentra trabajando en las responsabilidades penales del espectáculo, centralizó su atención en los productores del show: Matías y Marcos Peuscovich quienes serán acusados de “homicidio culposo, estrago doloso, estrago culposo con peligro de muerte y lesiones”.

A nueve meses de la causa en la que perdieron la vida Javier León y Juan Francisco Bulacio, no se encontraron pruebas que vinculen al ídolo con la organización, como tampoco al intendente de Olavarría, Ezequiel Galli; a policías que intervinieron en el operativo o funcionarios provinciales o municipales.

Por esta razón, Solari quedó al margen de las denuncias que sí enfrentan los hermanos y dueños de la productora En Vivo, empresarios que el ex Redonditos de Ricota contrató para sus últimas presentaciones y de ser culpables podrían tener penas mínimas de 3 años y máximas de 20.

Sin embargo, las fuentes judiciales que anticiparon la imputación de los Peuscovich aclararon a Clarín que la desvinculación del cantante es provisional, porque todavía no se encontraron documentos que lo señalen como coproductor, sino como un músico contratado que cobraba un cachet y como prueba de esto se encuentran los convenios de En Vivo donde sólo figura la empresa como responsable.

La imputación deberá tener una definición del juez Carlos Villamarín, que deberá resolver si procesa o amplía la acusación.

“Si la Fiscalía imputa sólo a los Peuscovich, vamos a pedir que se extienda al Indio Solari, porque los tres son lo mismo, son una misma cosa. Solari los últimos recitales contrató a esta gente porque eran más baratos y hacían todo sin preocuparse por la seguridad. Si los imputan, vamos a pedir de manera automática la detención de los productores, pero también la del Indio”, explicó al mismo medio gráfico Fernando Burlando, el abogado de los familiares de los dos seguidores que fallecieron por asfixia y falta de atención médica de urgencia, según los forenses.

Y esta no es la primera polémica en torno al compromiso legal de una banda en un recital con consecuencias mortales. Lo mismo ocurrió con el siniestro en Cromañón el 30 de diciembre de 2004, donde murieron 194 personas durante la presentación de la banda Callejeros. En los fallos que tuvieron hasta la mediación de la Corte Suprema, se consideró a los artistas tan responsables como a los organizadores.