El inicio del juicio al ingeniero jubilado de 83 años por graves abusos contra sus dos hijas, no le resultó para nada favorable. Es que llegó acusado de violar a la mayor de las chicas cuando era menor (hoy tiene 19 años) y haber cometido otro tipo de ataques que no llegaron al acceso carnal contra su hermana (hoy de 13). Pero como de las pruebas de la investigación se desprendieron otras consecuencias y maniobras igualmente graves, la fiscal Marcela Torres amplió la acusación, pues ahora sospecha que, además, cabe imputarle el grave daño en la salud mental y física de la mayor de las víctimas, que debe recibir tratamiento psiquiátrico y medicación diaria y de por vida (antidepresivos, antipsicóticos y estabilizadores) por su "continuo derrumbe psicológico" y sus ideas suicidas.

Para la fiscal, también debe ser juzgado por la corrupción sexual de ambas jovencitas y también la de su hijo varón (el menor de todos), pues la menor de las jovencitas dijo en Cámara Gesell que cuando eran niños, se les exhibía desnudo, que presenciaron erecciones de su progenitor y que los hacía tocarlo. También declaró que en el teléfono de su padre descubrió pornografía, indicaron fuentes judiciales.

Todo se conoció el 29 de enero de 2020. Fue después de que la mayor de las víctimas le contara a la psicóloga que la trataba, sobre los ataques sexuales de su padre. Ese día, la profesional convocó a la madre para ponerla al tanto de esa situación y entonces hubo denuncia.

El acusado es ingeniero especialista en el rubro automotriz, en el cual se destacó, además, como empresario. En el primer día del juicio que será definido por el juez Martín Heredia Zaldo (Sala I, Cámara Penal), negó haber abusado de las niñas, dijo que es inocente y estimó que los relatos de sus hijas pudieron estar destinados a ayudar a su madre (que es de un país limítrofe al de Argentina) o estar influenciados por ella. Ambos se habían conocido en ese lugar cuando ella tenía 15 años y él 57.

Y ayer declaró que mostrarse desnudos ante los chicos es una práctica cultural común en el país de origen de la madre de las niñas, como una forma de los padres de introducir a los hijos en las enseñanzas del sexo, precisaron.

En su defensa, también reiteró que con la menor de sus hijas se daban "besos con lengua" y que se sorprendió "de lo bien que besaba", pero sin ninguna connotación sexual. Además, había dicho que sufría de impotencia crónica.

El defensor oficial, Carlos Reiloba, le pidió al juez rechazar el intento de la fiscal por ampliar la acusación contra su defendido, pero el magistrado dará a conocer su decisión recién al momento de cerrar la causa con su sentencia, indicaron voceros judiciales.