En silencio, sin estridencias. Sin pedirle nada a nadie, el fútbol del interior volvió a dar la cara en su fiesta. La fiesta de la Copa de Clubes Campeones mostró su más auténtica expresión en el Hilario Sánchez Rodríguez, con un colorido espectacular, con tribunas más que pobladas y con la confirmación de que cuando lo convocan, el interior existe.
Mucho más público de Divisoria Central dominó la escena en cancha Verdinegra. La Platea Este fue propiedad exclusiva del Borussia rojiblanco, con toda su gente alentando a lo largo de todo el juego y terminando la tarde con la amargura de la derrota, con algunos reclamos al asistente Nelson Leiva pero sin ningún incidente. Como debe ser. Como todos queremos que sea.
Del otro lado y a pesar de las distancias, la gente de San Martín de Rodeo le puso color a la gigante Popular Norte. Con banda incluida, festejaron hasta el delirio con la conquista de la copa que les faltaba. Fue fiesta para todos, a pesar del resultado. Una muestra más que el interior tiene material de sobra para estar bien arriba.