De punta a punta. Así fue el campeonato invernal de este Unión que se ha convertido en el equipo del
momento en San Juan. Es que el Azul, ese gigante que necesitaba volver a ponerse de pie, cerró desde
lo deportivo un primer semestre sensacional con la conquista del Torneo de Invierno de la Liga Sanjuanina al derrotar por 2-1 a Deportivo Aberastain de Pocito. Una conquista que se le sumó al título de la Copa de Clubes Campeones del mes de abril. Doble corona, doble conquista y un andar ganador en el Oficial 2022 de la Liga local que lo tuvo y lo tiene como líder con una enorme diferencia de puntos
respecto de su perseguidor. Pero claro ese andar ganador sirvió de envión para ganar el partido decisivo
sin haber jugado su mejor fútbol ni entregar su mejor versión. Le alcanzó con la practicidad, la contundencia y la solidez de un equipo que sigue gestando algo más siempre. Fue 2-1 con un madrugón
de Olivares para abrir la final a los 40 segundos de partido, luego Sisterna duplicó la ventaja. Del otro lado, el corazón y la interesante propuesta de Aberastain no alcanzó al menos para llevar a los penales a la primera definición del año futbolero de San Juan. Lo ganó Unión por solidez. Por su capacidad para resolver en los momentos precisos y para sostenerse después desde la entrega ilimitada del plantel
y ya mira el Regional Amateur. De entrada, todo fue Azul. Apuraron la salida, escaló Simone por la izquierda, metió el centro pasado y Olivares se encargó de hacer delirar a la multitud de Unión en el
Bicentenario cuando apenas iban 40 segundos de la final. Un mazazo para cualquier equipo y Aberastain lo supo asimilar. Empezó a jugar con Germán Giménez como generador de todo pero su andar lindo y ofensivo no tuvo el peso necesario en el área rival como para inquietar a Biasotti. Fueron 20 minutos en los que el Naranja tuvo la pelota, jugó mejor pero no pudo concretar. Unión se reacomodó, se soltó un poco de la presión pocitana y cuando parecía pelota dominada para el arquero Barrionuevo, entre Paulo Oballes y Sisterna apuraron para poner el 2- 0 que parecía sepultar las ilusiones en Aberastain. Quedaba el segundo tiempo y el peso de ir a buscar el milagro era Naranja. Aceptó el desafío el equipo de Cristian Molina y a los 9’ empezó a soñar de nuevo cuando Guevara definió para descontar. Parecía que se venía con todo Aberastain pero a los 26’ perdió por expulsión
a Mauricio Barrionuevo. Lejos de condicionarse, fueron por más. Con lo que le quedaba y arriesgando. Unión, en la suya, supo manejar con oficio los tiempos. Se cerró bien, defendió con solidez y empezó a sentirse campeón sabiendo que el Invierno tiene su color.