La imagen muestra el trabajo en el campo. Precisamente una propiedad privada que es inviolable, según la Constitución Nacional.

"Hubo un tiempo que fui hermoso. Que fui libre de verdad", cantaba Sui Generis (Charly García y Nito Mestre), en los 70. La humanidad se reponía de los coletazos de la segunda guerra mundial, atravesaba la guerra fría, asistía a los horrores de la guerra de Vietnam y veía el renacer de las dictaduras, que amenazaban con imitar prácticas del nazismo. Entonces, sobre todo la juventud, expresaba sus ansias de romper las cadenas del totalitarismo y despojarse de quienes porfiaban en acecharla con sus controles, cepos y demás. En sus rebeliones se leía en las banderas "prohibido prohibir". Esa añoranza expresaba la canción de Charly.

La libertad es inherente al hombre, pero a través de la historia de la humanidad, ha sido el mismo hombre quien se encargó de ponerla en cuestión. Marcadamente, en períodos de la colonia y de la esclavitud, pero también en tiempos posteriores. Recientes y actuales. Aunque en estos, la opresión permaneció oculta detrás de ciertas formas de convivencia colectiva. Políticos inescrupulosos invadieron el libre accionar de los semejantes, sin que estos se dieran cuenta, mediante el ardid de concesiones, facilismos, y otros recursos dispensados "gratuitamente", sin otra contraprestación que su adhesión, expresada a través del voto.

INSTITUCIONES INCLUSIVAS Y EXTRACTIVAS

Llevado al terreno de las naciones, en su libro "Por qué fracasan los países", los economistas Daron Acemoglu y James Robinson, sostienen que, afortunadamente, "existen instituciones políticas y económicas que, dependiendo de su calidad, saben generar incentivos que hacen que algunas naciones crezcan y se desarrollen. Mientras que otras hacen el proceso inverso, de atascamiento y retroceso, creando pobreza y marginalidad por doquier". Habla de "instituciones inclusivas", en las cuales los derechos de propiedad son definidos y respetados con claridad, rige una efectiva separación de poderes y reglas de economías de mercado. "Existe una amplia democratización de las posibilidades de ascenso social en función del mérito, el estudio y el esfuerzo personal". 

Las "instituciones extractivas", en cambio, "concentran el poder económico y social en manos de una elite, quien asigna las cartas del triunfo a los preferidos del régimen. Los derechos de propiedad son considerados desde un punto de vista social o colectivo y pueden reasignarse según la voluntad del gobierno o la elite dominante".

ATAQUE A LA PROPIEDAD PRIVADA

Toda esta referencia viene a cuento del irracional ataque sobre una institución que es columna de nuestra Constitución: la propiedad privada. De donde resulta que la actividad del campo, el comercio, la industria y los servicios, es decir de los dadores de empleo y formadores del PBI, están en manos de inescrupulosos que atentan contra el "hambre de los argentinos". Retienen granos para que otros padezcan, o remarcan mercaderías especulando con la inflación. 

Con una mentalidad propia del más excelso marxismo, no tienen empacho en afirmar que sus tierras, sus máquinas, sus productos, le pertenecen a la comunidad. Inclusive, fomentan ir sobre ellas, ocuparlas, arrebatarlas, o sustraerlas, para restituirlas a su "legítimo dueño", que sería el pueblo.

En coincidencia con este concepto, en la encíclica "Fratelli Tutti", el Papa dice que "el derecho a la propiedad privada solo puede ser considerado como un derecho natural secundario y derivado del principio del destino universal de los bienes creados, que debe reflejarse en el funcionamiento de la sociedad". Un "derecho divino", que habilita aquel atropello.

Se conoció en las últimas horas, la rotura de silo bolsas en un campo de Rosario, por parte de extraños y el inefable Juan Grabois amenazar con que van a volver los saqueos. Todo esto, que parece tan viejo y retrógrado, está ocurriendo ahora. Parece increíble, pero es real.

EL MERCADO, ESE CUCO

Achacarle al mercado los males de la inflación, el desabastecimiento y el quebranto de la moneda, es una reducción simplista y muy básica. Respecto de la inflación, un solo ejemplo echará por tierra la supuesta culpa de los formadores de precios. Instalada por Menem-Cavallo, durante la convertibilidad, en 1991, la inflación fue "cero" al menos en cinco años. 

En ese período de estabilidad a nadie se le ocurrió remarcar los precios. No era necesario, pues había previsibilidad y en esas reglas de juego era estúpido quebrarlas.

Entre las medidas había una clave: el Banco Central tenía prohibido emitir dinero sin respaldo. Causa principal de la inflación, por lo que hay sobreabundancia de pesos, con lo cual cada vez valen menos y no conviene atesorar. 

El mercado, que somos todos, reacciona resguardándose en bienes atados al dólar (los granos, electrodomésticos, por ejemplo) o en dólares billete, directamente.Nadie concurre al mercado para perder, cada uno, aún los consumidores, van al mismo tratando de maximizar sus recursos, buscando precio o resguardándose, hasta que pase la tormenta, en activos sólidos. 

Por último, reproduzco lo que dice la Constitución Nacional en su Artículo 17: La propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley. La expropiación por causa de utilidad pública, debe ser calificada por ley y previamente indemnizada.

 

Bocanada de aire fresco

Resulta una bocanada de aire fresco, las expresiones del gobernador de San Juan, Sergio Uñac, quien el lunes pasado se declaró defensor de la actividad privada: "Lanzamos la segunda edición del Programa de Incentivos Fiscales, que tiene una inversión de más de $3.400 millones y un récord de empresas inscriptas. Gracias a esta importante iniciativa, 54 empresas locales hoy ven los frutos de su crecimiento, lo que nos impulsa a seguir fortaleciendo el trabajo articulado con el sector privado, promoviendo el desarrollo de nuestras industrias y la generación de empleo para los sanjuaninos".

Eso es apoyar la iniciativa privada, la inversión, lo único que puede generar trabajo genuino y soportar los costos del presupuesto nacional a través del pago de los tributos. Eso es sentido común, no muy "común" hoy. Celebramos el criterio del gobernador al apostar por la iniciativa privada, articulando con el estado. Así, impera aquella idea de "instituciones inclusivas".

Un antecedente que recuerdo es la Ley de Iniciativa Privada, durante el gobierno de Jorge Escobar, por el cual las empresas que formularan proyectos de privatización recibirían determinados incentivos fiscales.

Decía en su encabezado la Ley 6703 de 1996: "Se establece que los procesos de privatización podrán originarse en propuestas de particulares, sean personas físicas o jurídicas espontáneamente o resultante de convocatoria por el Poder Ejecutivo en la presentación de proyectos".

 

Por Orlando Navarro
Periodista