Luca Singerman es el joven de 22 años que generó un escándalo al haber viajado de Uruguay a la Argentina con síntomas de coronavirus en un barco con 400 pasajeros. Se confirmó que está infectado, es investigado por la Justicia y se enfrenta a fuertes sanciones. Ya que podría ser condenado a 15 años de prisión y a pagar U$S700 mil.

Indagado por videoconferencia por el juez federal Luis Rodríguez, se negó a responder preguntas y su abogado defensor Mariano Cúneo Libarona presentó un escrito en el que negó que haya cometido un delito contra la salud pública. Además pidió su excarcelación una vez que se haya recuperado en el Sanatorio Agote en el que está internado, a lo que no se opuso la fiscal federal María Alejandra Mangano.

Está acusado de violar el artículo 202 del Código Penal, que reprime con "reclusión o prisión de tres a quince años" al que "propagare una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas".

Además el Gobierno de la Ciudad le reclamará el pago de U$S700 mil en concepto de daños y perjuicios, por los gastos del operativo en la terminal de Buquebus, el alquiler de combis y traslado a los hoteles de los pasajeros del buque, entre otros. La Ciudad le pidió a la Justicia que la admita como querellante en la causa.

Cúneo Libarona dijo que su defendido desconocía su diagnóstico al momento de abordar el buque en Colonia, Uruguay. En diálogo con TN indicó que cuando el joven viajó desde Francia a Uruguay "estaba sin síntomas" y "los padres le pedían que volviera a la Argentina". Explicó que "por precaución" se hizo un examen en el Sanatorio Mautone, en Maldonado.

Dijo que "no tenía que quedarse esperando el resultado del examen ni permanecer en cuarentena", que sus padres consultaron al Consulado y que les respondieron que no había ninguna inhibición. Esto fue desmentido por voceros de Cancillería. "Les respondieron que había un vuelo sanitario a la noche, dos salidas de Buquebus, o que cruzara caminando por Paysandú", dijo.

Según su versión recibió la notificación de que estaba infectado cuando estaba ya en el barco. "Fue espontáneamente a la tripulante, le dijo que acababa de tomar conocimiento del resultado y lo aislaron, eso fue todo", indicó.

Calificó de "aterrador" que se piense que estaba contagiando gente "dolosamente" e indicó que en el barco "venían 400 personas con riesgo". "Era un barco sanitario donde todos asumían el riesgo de estar con otros", afirmó. "¿Qué norma violó si todavía no había llegado a la Argentina? Ninguna, él hizo todo bien, obró con legalidad", consideró.

Fuentes de la investigación adelantaron a la agencia Télam que Singerman podría quedar sujeto a "medidas patrimoniales para garantizar bienes" ante posibles demandas civiles de parte de los centenares de pasajeros y empleados de Buquebus que fueron obligados a cumplir cuarentena.

En el operativo que se dispuso en la llegada del barco participaron efectivos de Prefectura Naval y personal de la Dirección Nacional de Migraciones. La Ciudad implementó un plan de traslado y custodia de todos los pasajeros y tripulantes del barco a hoteles porteños, para que queden aislados hasta ser enviados a sus domicilios para que cumplan con el aislamiento obligatorio.

 

Fuente: TN