
Es un momento de alta tensión en San Martín. Se define su permanencia y la cosecha de puntos no lo ayuda para consolidar su plaza. Lanús, en el descuento, lo dejó con la boca amarga por un empate que parecía victoria pero la historia de los finales amargos no es nueva para este San Martín que ya lo vivió en dos dolorosas ocasiones en esta Superliga. Por la Fecha 10 fue Defensa y Justicia el que lo castigó en San Juan cuando se llevó el 1-0 con aquel agónico gol de Marcelo Larrondo. Ese golpe fue costoso, duro de asimilar pero se suavizó porque hasta ahí, a la Superliga le quedaban muchas fechas por delante. Pero ya entrando en la zona caliente de la batalla por el descenso, San Martín volvió a quedarse sin nada cuando el momento no lo indicaba. Fue en la fecha 18, en Mar del Plata, cuando se bancó todo el partido con uno menos por la expulsión de Arian Puchetta pero en el descuento, Iritier apareció para meter un gol de otro partido y vencer al Verdinegro que había hecho méritos de sobra como para al menos regresar a San Juan con un puntito.
Y claro, el tercer capítulo de esta zaga más amarga, se dio lo de Lanús. Un partido que mereció ganarlo de punta a punta porque ofreció otra entereza anímica, manejó los tiempos del partido y cero las ocasiones como para ganarlo. No acertó en la definición y eso lo terminó condenando cuando Pepe Sand apareció en el descuento para dejar con la boca amarga a un San Martín al que los finales le están jugando en contra.
