La cosecha de tomate industrial o perita que arrancó en diciembre ya está casi a un 80% y los rendimientos por hectárea han superado lo que esperaban productores e industrias, con saltos de producción de hasta el 33% por hectárea respecto al año pasado. En entidades como la Asociación Tomate 2000 y la Cámara de Producción Agrícola (CPA), dicen que los rindes alcanzados este año en las explotaciones productivas son similares a los de las mejores épocas, alcanzando un promedio de 105.000 kilos de tomates por hectárea, con picos de hasta 130.000 kilos en algunas zonas. La mejora también alcanzó a los precios al que las industrias compran al productor, que tienen un incremento del 54% interanual, ya que el kilo el año pasado se pagó a $5,50 y ahora que está avanzada la campaña se está consolidando en $8 y $8,50. El incremento supera la inflación del INDEC que es del 40,7% en los últimos doce meses, pero los productores no están contentos con ese valor. Se quejan de que el 60% de sus costos de producción no se mueven al ritmo del índice de precios, sino de cotizaciones en dólar blue, y de servicios cuyos incrementos lo superan ampliamente. En el sector esperaban al menos un 10% o 15% más de paga, y aseguran que la sobreproducción obtenida por el aumento del rendimiento les jugó en contra, al provocar un cuello de botella en las fábricas que procesan el tomate. Como éstas no esperaban ni tienen capacidad industrial de recibir tanta oferta de tomate al mismo tiempo, se provocó una caída de precios, por la mayor oferta frente a la menor demanda. Para lo que resta por cosechar -en las zonas hacia el Este de la ruta 40- se espera un menor rinde por los daños que provocaron las tormentas de marzo.
Guillermo Quiroga, vicepresidente de la Asociación Tomate 2000, contó que este año las industrias junto a los productores del sector ampliaron la superficie de cultivo porque ante las restricciones para importar que hay en el país por la crisis económica, sabían que iba a ser difícil importar el 30% de pasta faltante para satisfacer la demanda argentina. Pero no previeron el fuerte repunte que se dio en los rindes, "han sido muy buenos, mejores a los esperados; como en los mejores años", aseguró, pero admitió que eso provocó atoramiento en las fábricas. "Los productores empezamos a rezar porque con el tomate maduro no se puede aguantar mucho", dijo y contó que el año pasado el promedio fue de casi 95.000 kilos por hectárea (k/ha), y este año es de 105.000 k/ha. Sergio Mena, presidente de la CPA dijo que el repunte entre sus socios es mayor, al pasar de 75.000 k/ha promedio en 2020, a los actuales 100.000 k/ha. "Esta sobreproducción ha atorado las fábricas y se han deprimido los precios", lamentó. Aunque el aumento del kilo de tomate superó la inflación, Mena advierte que los costos de producir superan la ganancia. "Por ahí un aumento del 54% suena a mucho, pero el tomate tiene un 60% de componentes en dólar y servicios que superan la inflación. Las semillas, las cintas, la energía, muchos insumos se mueven al ritmo del dólar blue", dijo. Según banco Nación, el dólar blue entre febrero 2020 y febrero 2021 creció 82% al pasar de $78,50 a $143. Uno de los grandes productores locales, Guillermo Quiroga, tiene tomate tardío, terminará de cosechar a fines de mayo y también se quejó del valor del mercado. ""Entre 7 y 8 pesos por kilo no lo considero un precio justo, tenemos gastos y costos de tecnificación que nos desequilibran", opinó.
Rindes
33 por ciento aumento el rendimiento en ciertas zonas, al pasar de 77 tn a 100 tn por ha.
Cosecha
20 por ciento es lo que resta de tomate por cosechar, en zonas tardías.
El clima
A diferencia de otras provincias, la producción de tomate perita en San Juan es más temprana, arranca en diciembre y las lluvias recién se dieron en marzo.