A la magnitud del acontecimiento se sumó que la final fue para el infarto. El combo perfecto para que la euforia pos partido, con Argentina campeón del mundo, haya tenido picos de adrenalina altísimos.
Pero no todo fue alegría. De los miles de sanjuaninos que se movilizaron para festejar, principalmente en la Plaza 25, hubo un puñado que cometió excesos.
Hubo corridas por peleas entre hinchas, algunos claramente alcoholizados, también detenidos; diez personas, quienes que fueron trasladadas a las comisarías 3ra y 4ta, por motivos contravencionales (disturbios en la vía pública, ingesta de bebidas alcohólicas).
Otro capítulo fue el de los destrozos. Se reportaron varios daños, como el techo de un puesto de diario donde se subieron, la puerta de ingreso de una oficina de ANSES.
Y un tema que resultó peligroso fue que al ser muy endeble la tela perimetral de las obras de la Plaza 25 y ser tan grande la cantidad de gente, no pasaron ni 20 minutos de los festejos para que se metieran al interior, caminaran entre los escombros, baldosas flojas y se subieran hasta en las máquinas.
Dentro de ese sitio cada uno hizo lo que quiso, como por ejemplo subirse a la emblemática fuente de finales de 1800. En el perímetro hubo algunos desubicados que se subieron a los indicadores de las calles, carteles, semáforos y estatuas.
No pasó a mayores de milagro, sabiendo que tenían a mano proyectiles caseros por toda la zona producto de las obras que se llevan a cabo en el microcentro.






















