7 Los títulos del "Pity" Martinez
Gonzalo Martínez, considerado el jugador más desequilibrante del plantel, tiene todo acordado para irse al Atlanta United de EEUU en enero. Antes desea ganar la Libertadores y sumar su octavo título.

 

Por fin llegó la hora. A las 17 de hoy River y Boca paralizarán al país y el mundo. Es que los equipos más grandes de Argentina definirán al campeón de la Copa Libertadores de América 2018 en el Superclásico más esperado de todos los tiempos. Será un partido excepcional y sin antecedentes en la historia, pues a la tradicional rivalidad que por defecto lo magnifica se le suma la puja directa por la Copa más requerida del Continente, un factor que garantiza para siempre su perdurabilidad en la memoria del fútbol sudamericano.

En 110 años de enfrentamientos nunca hubo un cruce de semejante relevancia como el que sostendrán hoy en Monumental, con arbitraje del uruguayo Andrés Cunha y transmisión de Fox Sports. Es que esta superfinal cinematográfica que muchos imaginaron tras sortearse los cruces de octavos de la Copa, en junio pasado, se convirtió en una excitante realidad el 31 de octubre cuando Boca eliminó en semifinales a Palmeiras en Brasil, un día después de que River hiciera lo propio en Porto Alegre ante Gremio, el defensor del título.

Desde ese día, el país se transformó en una tribuna exasperada por los efectos de un resultado que inexorablemente tendrá un fuerte impacto anímico en más de la mitad de la población argentina, incluso en el propio presidente Mauricio Macri, fanático de Boca.

El partido en Núñez será la revancha de la primera final que empataron 2 a 2 en La Bombonera el domingo 11 de noviembre, el día después de una fuerte tormenta en Buenos Aires que postergó un día más la ansiedad de los hinchas. Si hoy terminan empatados al cabo de los 90 minutos reglamentarios, se disputarán 30 de prórroga en dos tiempos de 15 y, de persistir la igualdad, el nuevo campeón sudamericano se determinará con tiros desde el punto penal. A las 17 el país tendrá una atmósfera similar a la de un partido de Mundial del seleccionado argentino y concentrará también la atención del mundo, ya que será transmitido en vivo en 30 países.

River persigue la ilusión de sumar su cuarta Copa Libertadores y la segunda del ciclo de Marcelo Gallardo, el técnico más prolífico de la historia del club en el ámbito internacional con cinco títulos. Boca tiene como obsesión alcanzar la "Séptima" e igualar a Independiente como el club más ganador en la historia del máximo torneo continental.

Los equipos que dispondrán tanto Gallardo como Guillermo Barros Schelotto son un verdadero misterio, ya que poco han dejando ver de sus entrenamientos durante la preparación de la infartante serie final.

Sabido es que ambos llegaron con bajas sensibles en sus delanteras. River no contará con el colombiano Rafael Santos Borré ni con Ignacio Scocco; mientras que Boca tendrá la ausencia de Cristian Pavón, desgarrado en la primera final.

 

4 Los goles de "Wanchope"
Son los goles que lleva Abila en esta Copa, donde logró a afianzarse como titular por la lesión de Benedetto. Convirtió ante Alianza Lima, Libertad de Paraguay, Palmeiras y ante River en la final de ida.

 

Reventa

Barras allanados

Ayer fueron allanadas varias casas de los barras de River, por una causa vinculada a la reventa ilegal de entradas de espectáculos deportivos en sitios de internet. Se secuestraron más de 4 millones de pesos.

 

Almuerzo con Infantino

 

Las autoridades de River, encabezadas por Rodolfo D"Onofrio, almorzaron ayer con el presidente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino; el titular de Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez; el presidente de la AFA, Claudio Tapia; y la máxima autoridad de Boca, Daniel Angelici.

El almuerzo fue notificado por River, a través de su cuenta oficial en Twitter, en virtud de la gran final de la Copa Libertadores de mañana contra Boca Juniors en el Monumental a partir de las 17.

D"Onofrio y Jorge Brito, vicepresidente primero, fueron las caras visibles de la delegación riverplatense que compartieron el tradicional encuentro de camaradería con los dirigentes del rival de turno en un restaurante del barrio de Puerto Madero.

Por TV. El presidente Mauricio Macri viajó ayer, por la tarde, a Mar del Plata con el fin de pasar el fin de semana en el complejo residencial de Chapadmalal.

Macri, tras completar sus actividades en la residencia de Olivos, partió a las 16.30 desde la zona militar del Aeroparque Jorge Newbery, y llegó al aeropuerto de Mar del Plata alrededor de las 17. Desde allí se trasladará en helicóptero hasta el complejo presidencial de Chapadmalal.

El regreso del Presidente a la ciudad de Buenos Aires está previsto para mañana después del mediodía, agregaron las fuentes del entorno del ex presidente de Boca.