Ricardo Russo, el médico pediatra del hospital Garrahan detenido por tenencia, facilitación y distribución de pornografía infantil, intentó enviar desde la cárcel un mensaje en clave para su círculo íntimo, a fin de negar los delitos en su contra.

El jefe del Servicio de Inmunología y Reumatología está implicado en una causa que incluye abusos a niños de seis meses a 14 años. Para defenderse, el abogado del médico dijo que las fototografías tenían "fines médicos" ya que Russo examinaba un "efecto" en la cadera y la pelvis que "no se puede observar con ropa interior".

El médico niega los cargos a sus familiares y amigos, aunque se culpa de haber tenido en su casa una computadora "con material inadecuado".

De acuerdo a Clarín, Russo está desganado y dejó de hacer gimnasia. "Deambula, se arrastra y casi que no mantiene charlas con nadie", confiaron autoridades del Servicio Penitenciario, que contaron que una o dos veces por semana lo ve un psicólogo, aunque a veces Russo se niega a atenderlo porque no le hace bien.

"Una vez quiso entregarle un escrito medio en clave a un familiar, con la intención de contar algo sin que se enterara el personal penitenciario, pero se lo retuvieron", indicaron.

"Está tomando antidepresivos y unos fármacos para estabilizarlo y que pueda dormir. Pero se nota que la está pasando muy mal. Se lo ve flaco, dejado e inapetente", agregaron las fuentes consultadas.

Russo está casado con Mina, a quien conoció hace más de 20 años cerca de Helsinki, Finlandia." Ella se la jugó por él, dejó todo y vino a la Argentina… y les fue bien, formaron una familia", señaló uno de los mejores amigos del pediatra.

Mientras tanto, la fiscal Daniela Dupuy continúa con la investigación de una red internacional de pornografía infantil. "Estamos muy cerca de solicitar el requerimiento de elevación a juicio. Nos quedan tres o cuatro pruebas más, pero no puedo decir nada más porque es secreto de sumario… y llevaremos el caso a juicio", dijo Dupuy.