Orgullo. El trabajo científico realizado por Tiddy se traduce en un gran avance para la actividad minera a nivel mundial y ya se aplica en la mina australiana Prominent Hill.

 

La investigadora australiana Caroline Tiddy, de la Universidad de Adelaida, desarrolló recientemente una serie de herramientas que permiten crear un mapa en el que se muestra dónde se encuentran las mayores concentraciones de mineral dentro de un depósito. La innovación permite cuadruplicar el volumen estimado de mineral dentro de un posible yacimiento, permitiendo un enorme ahorro en materia de perforación y gastos generales de la etapa de exploración.

Actualmente las compañías mineras, gracias al avance científico, podrán ahorrar millones de dólares en la fase de exploración gracias a la nueva metodología de detección de concentración de minerales valiosos.

El mencionado estudio que permite reducir el gasto en exploración resultaría fundamental para la provincia de San Juan debido a las grandes extensiones que posee el cordón cuprífero calingastino sobre el que se encuentran los grandes proyectos avanzados como Pachón, Los Azules y Altar. A lo que se suman una gran cantidad de potenciales zonas auríferas en el Valle del Cura. La promesa de un retorno de inversión acelerado para las empresas podría convertirse en un factor fundamental en el futuro de la aplicación de dicho sistema de datos que utiliza algoritmos geoquímicos.

El sistema de recolección de datos creado por Tiddy procesa la información resultante del análisis de las muestras obtenidas en las perforaciones, ayudando a localizar con mayor precisión los metales preciosos que se encuentran en las capas de sedimentos más recientes e identificando las perforaciones de las que se han obtenido.

“La demanda global de cobre y oro está aumentando, pero cada vez resulta más complicado encontrar estos metales, ya que las compañías se ven obligadas a perforar a una profundidad mayor. Por ejemplo, la perforación en busca de diamantes cuesta hasta 400 dólares el metro, y no es raro tener que perforar a profundidades superiores a uno o dos kilómetros. Eso supone una factura de 800.000 dólares sin ninguna garantía de éxito, así que se limita el número de perforaciones. Y para complicar las cosas, los depósitos de mineral son muy pequeños en comparación con la superficie de búsqueda”, explica la investigadora en la justificación de su trabajo de aplicación concreta.

La ingeniosa solución ideada por Tiddy permitirá a las compañías mineras aumentar en primera medida el retorno de sus inversiones: “al utilizar estas herramientas geoquímicas, las compañías pueden centrar sus perforaciones en las zonas de menor riesgo. Y esto significan muy buenas noticias, porque encontrar actualmente un yacimiento de cobre económicamente viable tiene el potencial de generar ingresos por valor de 175 millones de dólares anuales y crear más de 500 empleos”, indicó la investigadora.

De momento, esta nueva herramienta exploratoria se ha experimentado con éxito en la mina de Prominent Hill, propiedad de OZ Minerals, un depósito de óxido de cobre y oro situado al norte de Australia del Sur.

El mejor contexto

La nueva herramienta para disminuir los gastos exploratorios en búsqueda del metal dorado comienza su carrera en un contexto marcado por la mejora del valor de la divisa.

La bajada del dólar, la caída de los rendimientos de los bonos del tesoro estadounidense, la recuperación del yuan chino y el aumento de la demanda en el sector joyero van a propiciar una subida del precio del oro que se extenderá entre finales de 2019 y 2020. Precisamente, la caída de la divisa norteamericana, así como la reducción de los rendimientos de un activo alternativo al oro como los bonos del Tesoro, van a influir en el precio del metal. Las premisas mencionadas anteriormente son las principales conclusiones del informe Gold Outlook recientemente publicado por el reconocido banco holandés ABN Amro.

Nuevo. Los datos obtenidos de las perforaciones y detonaciones inmediatamente se cargan en la base de datos para convertirlos en herramientas geoquímicas que bajan los costos de exploración.

 

“La demanda global de cobre y oro está aumentando, pero cada vez resulta más complicado encontrar estos metales”.

Caroline Tiddy, investigadora de la Universidad de Adelaida.

 

Ciencia al servicio de la minería

El sistema de recolección de datos creado por Tiddy procesa los datos resultantes del análisis de las muestras obtenidas en las perforaciones, ayudando a localizar con mayor precisión los metales preciosos que se encuentran en las capas de sedimentos más recientes e identificando las perforaciones de las que se han obtenido.