El ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, reconoció este domingo que el bono de $5.000 para los trabajadores privados anunciado por el gobierno todavía "no está cerrado".
Según adelantó el funcionario en una entrevista con FM Milenium, esta semana comenzará una ronda de reuniones con la CGT y las cámaras empresarias para alcanzar un acuerdo "lo más rápido posible", que permita que los asalariados tengan una "compensación en octubre".
No obstante, Sica aclaró que empresarios, funcionarios y sindicalistas deberán ser "lo suficientemente prudentes pero creativos y flexibles" para lograr recomponer los salarios, pero "sin ahogar a las pymes", que hoy en día se ven afectadas por la "caída de la actividad y las altas tasas para el financiamiento".
Para el ministro, el resultado de las PASO "cambió totalmente la economía" que para finales de julio "empezaba a dar señales positivas". Por eso, desde el Gobierno tuvieron que "empezar a diseñar medidas que tiendan a una mejora sobre aquellos sectores afectados".
"Las paritarias habían cerrado casi a finales de julio y todas tenían cláusula de revisión. Por eso un poco la idea era adelantarnos a esa discusión y quizás no abrir 70 u 80 paritarias de nuevo. Sino poder buscar algún mecanismo que, manteniendo el equilibrio, pueda compensar la caída del salario real pero sin ahogar a las empresas".
Por otro lado Sica consideró, con cierto tono irónico, que resultará más fácil llegar a un acuerdo, luego de que representantes de la Unión Industrial Argentina y la CGT se mostraran juntos la semana pasada en Tucumán en un acto del candidato Alberto Fernández.
"Si la UIA y ahora la CGT dicen que están dispuestas a firmar o están proclives a un diálogo de un pacto social, entonces creo que va a ser mucho más fácil esta semana ponernos de acuerdo, para poder tener una mejora desde el punto de vista del salario real", dijo.
Luego de que el gobierno anunciara un bono compensatorio que rondaría los $5.000, desde la Unión Industrial Argentina y desde otras cámaras empresarias plantearon objeciones y propusieron, como alternativa, que el desembolso sea a cuenta de impuestos o futuros aumentos. Por otro lado, también hicieron sentir su malestar por no haber sido consultadas sobre cómo será la implementación de este pago extra.
"Entendemos que todos pueden. Es un momento para poner el hombre y espero que todos los industriales hagan su aporte", había sido la respuesta del presidente Mauricio Macri ante las primeras objeciones.
Desde el sector industrial, por su parte, insistieron en que la situación de las empresas es muy diferente de acuerdo a su tamaño y sector productivo. Según sus cálculos, una pyme promedio tiene unos 20 empleados y, por lo tanto, tendría que disponer de $100.000 extra para poder realizar el pago del bono.
Daniel Funes de Rioja, vicepresidente de la UIA y presidente de COPAL (que agrupa a las empresas alimenticias), sentenció que el bono de $5.000 "conspira contra la subsistencia de las empresas y del empleo".