En el marco del Congreso de Sarmiento, que se desarrolló durante dos días en San Juan, hubo muchos especialistas que expusieron facetas pocos conocidas del Maestro de América. Una de ellas fue la que mostró cómo el modelo educativo de Domingo Faustino Sarmiento hizo cambiar hasta la infraestructura escolar. Es que, sin ser arquitecto, el prócer sanjuanino dejó sentadas las reglas con las que debían ser construidas las escuelas, para que los alumnos se sintieran importantes y pudieran aprender de la mejor manera. Gustavo Brandariz, arquitecto y profesor de la UBA, profesional que disertó sobre esta temática en el encuentro sarmientino, dijo que el prócer no olvidó ningún detalle para mejorar la educación de los argentinos. "Una de las enormes virtudes de Sarmiento como personaje histórico es que lo que dijo tiene un valor permanente. Hay autores modernos de Europa que proponen cosas relacionadas a la infraestructura escolar, pero son cosas que ya fueron escritas por Sarmiento hace 150 años. Siempre digo que hay muchas personas que copian a Sarmiento, aunque lo critican. De hecho hay profesionales que no notan que están condenados a repetirlo. Es que cualquier buena idea seguramente está escrita en algún libro de Sarmiento, pues él estuvo en todos los detalles" dijo.
Según el arquitecto el concepto de progreso que proponía Sarmiento se vinculaba mucho con el sentido que él le daba a la educación. "No proponía una educación para formar doctores pedantes, sino para formar gente libre y que conociera sus derechos para poder progresar", dijo. Es por esto, que según el arquitecto, el Maestro de América hasta dejó sentada las formas en que debían ser construidas las escuelas, cómo debían distribuir las aulas y hasta cómo debían ser los patios.
"Hay pocos países que tuvieron la suerte de tener algo parecido a un Sarmiento".
GUSTAVO BRANDARIZ
Arquitecto e investigador
"Sarmiento habló sobre sistemas de calefacción dentro de las escuelas, sobre la necesidad de que hubiera un reloj en las aulas para que los alumnos aprendieran a administrar el tiempo. Es que, consideraba que el edificio era parte fundamental de la educación -que hasta ese momento no lo era-. Decía que si un chico se criaba en un lugar humilde, en la escuela debía tener un muy buen edificio para que aprendiera a gozar de belleza, a vivir higiénicamente y a ser organizado. Pensaba que el edificio escolar colabora con los maestros en dar valores esenciales, pensamientos críticos y conductas", explicó al respecto y dijo que Sarmiento recomendó que las escuelas debían tener espacios verdes o jardines para que los alumnos aprendieran a cuidar el ambiente y la naturaleza.
Ampliando el concepto de "sentido de la educación" que tenía Sarmiento, Brandariz comentó que hasta en la actualidad hay profesionales que teorizaron sobre la belleza de los edificios escolares. "Muchos pensaron que en la escuela se está sólo 6 años y que para eso no hace falta edificios especiales. Sin embargo Sarmiento pensó que en esos 6 años se forman los valores. Pero, esta discusión es muy nuestra -por Argentina-, porque uno viaja a Europea y ve que se hacen muy buenos edificios para la educación, no se hacen galponcitos. Entonces, cuando nos encontramos con funcionarios que de repente adaptan un contenedor como aula, podemos descubrir que no entendieron el fondo de la vida humana y mucho menos a Sarmiento", concluyó el especialista.