La Real Academia Suecia de Ciencias otorgó el Premio Nobel de Economía a los estadounidenses Ben S. Bernanke, Douglas W. Diamond y Philip H. Dybvig, “por su investigación sobre los bancos y las crisis financieras”, y estudiar cómo deben ser regulados los mercados financieros.

El jurado explicó que el trabajo de los ganadores ha sido crucial para la investigación posterior “que ha mejorado nuestra comprensión de los bancos, la regulación bancaria, las crisis bancarias y cómo deben gestionarse las crisis financieras”.

Las investigaciones presentadas por los galardonados “reducen el riesgo de que las crisis financieras se conviertan en recesiones a largo plazo con graves consecuencias para la sociedad, lo que supone el mayor beneficio para todos nosotros”.

Los premios están dotados con 10 millones de coronas suecas (casi 900.000 dólares) y se entregarán el 10 de diciembre. A diferencia de los demás premios, el de economía no fue establecido en el testamento de Alfred Nobel de 1895, sino por el banco central sueco en su memoria. El primer ganador fue seleccionado en 1969.

En el desglose de los aportes, el comité explicó que Ben Bernanke analizó la Gran Depresión de los años 30, la peor crisis económica de la historia moderna. Entre otras cosas, mostró cómo las corridas bancarias fueron un factor decisivo para que la crisis fuera tan profunda y prolongada. Utilizando fuentes históricas y métodos estadísticos, el análisis de Bernanke mostró qué factores fueron importantes en la caída del producto interior bruto. Descubrió que los factores directamente relacionados con la quiebra de los bancos fueron los que más contribuyeron a la caída.

Por su parte, Douglas Diamond y Philip Dybvig desarrollaron modelos teóricos que explican por qué existen los bancos, cómo su papel en la sociedad los hace vulnerables a los rumores sobre su inminente colapso y cómo la sociedad puede disminuir esta vulnerabilidad. Además, presentaron una solución a la vulnerabilidad de los bancos, en forma de seguro de depósitos por parte del gobierno. Cuando los depositantes saben que el Estado ha garantizado su dinero, ya no necesitan correr al banco en cuanto empiezan los rumores sobre una corrida bancaria.

Diamond también mostró cómo los bancos desempeñan una función socialmente importante. Como intermediarios entre los ahorradores y los prestatarios, los bancos son más adecuados para evaluar la solvencia de los prestatarios y garantizar que los préstamos se destinen a buenas inversiones.

“Los conocimientos de los galardonados han mejorado nuestra capacidad para evitar tanto las crisis graves como los costosos rescates”, afirmó Tore Ellingsen, Presidente del Comité del Premio de Ciencias Económicas.

De todos los premios Nobel, el de economía es el que menos mujeres ha premiado (sólo dos) desde que se concedió por primera vez en 1969: Elinor Ostrom en 2009 y Esther Duflo en 2019.

El año pasado, la mitad del premio fue para David Card por su investigación sobre cómo el salario mínimo, la inmigración y la educación afectan al mercado laboral. La otra mitad la compartieron Joshua Angrist y Guido Imbens por proponer cómo estudiar cuestiones que no se ajustan fácilmente a los métodos científicos tradicionales.

La semana de anuncios de los Premios Nobel comenzó el 3 de octubre con el científico sueco Svante Paabo, que recibió el galardón en medicina por haber develado los secretos del ADN neandertal que proporcionaron conocimientos clave sobre nuestro sistema inmunitario.

El martes, tres científicos ganaron conjuntamente el premio de física. El francés Alain Aspect, el estadounidense John F. Clauser y el austriaco Anton Zeilinger demostraron que las partículas diminutas pueden mantener una conexión entre sí incluso cuando están separadas, un fenómeno conocido como entrelazamiento cuántico, que puede utilizarse para la computación especializada y para encriptar información.

El Premio Nobel de Química se concedió el miércoles a los estadounidenses Carolyn R. Bertozzi y K. Barry Sharpless, y al científico danés Morten Meldal por desarrollar una forma de “encajar moléculas” que puede utilizarse para explorar células, cartografiar el ADN y diseñar fármacos que puedan dirigirse a enfermedades como el cáncer con mayor precisión.

La escritora francesa Annie Ernaux ganó el jueves el Premio Nobel de Literatura de este año. El jurado la elogió por mezclar ficción y autobiografía en libros que explotan sin miedo sus experiencias como mujer de clase trabajadora para explorar la vida en Francia desde la década de 1940.

El viernes, el Premio Nobel de la Paz recayó en el activista bielorruso encarcelado Ales Bialiatski, en el grupo ruso Memorial y en la organización ucraniana Center for Civil Liberties.