Fabricio Montilla está orgulloso y tiene motivos. Sin pensarlo, su iniciativa musical "Escuchame una cosita" -que cada domingo sube al escenario de Donata del Desierto a variados y talentosos cantantes y músicos- cumple seis meses de vida, 24 conciertos ininterrumpidos que la convierten en "el ciclo más largo de la historia de San Juan". "No conozco una experiencia de ciclo musical sostenida con esa temporalidad en San Juan. Está el Ciclo Reptiliano que es un ciclo hermano que lleva mucho tiempo, pero ellos han trabajado de forma intermitente", expresó. Y esa definición cobra más trascendencia aún cuando se complementa con otra que también lanza Montilla para pintar al "Escuchame…": "Un observatorio de solistas de la provincia", dijo, explicando que basta ver las las grillas -hasta el momento con 48 nombres sin repetir- para conocer quiénes son los solistas activos de San Juan. Y detrás de todo eso, mucho trabajo de gestión y una curaduría que él mismo desarrolla.
"Tengo en cuenta en primer lugar la paridad de género, 50 y 50 dentro del cual también se piensan las disidencias. Es importante la calidad musical, pero también la necesidad de la escena: hay muchas músicas y músicos que están comenzando y necesitan un espacio y en ciclo lo abrimos. La selección está orientada sobre todo a las y los compositores, pero también de a poco hay lugar para solistas intérpretes, como fue el caso de Lila Mutabilis", señaló en charla con DIARIO DE CUYO el gestor y artista, para quien "aunque desde lo musical las estéticas son muy diversas, el hilo conductor de la escena tiene que ver con la autogestión y con la posibilidad de defender un repertorio solo con la guitarra, el piano o los beats".
Otras patas del éxito son el espacio que abre sus puertas a la producción local y, por supuesto, la buena respuesta de quienes se acercan cada domingo para recibir lo que los solistas locales tienen para compartir. "Nunca imaginé que el público iba a responder tan bien", se alegró. "El público está atravesando un momento especial como el que atraviesa el mundo y el ciclo además de ser un ‘escuchatorio’ también es un espacio de encuentro social, convive la escucha, con la charla, con los que cantan las canciones y alientan a los artistas", describió el ambiente de "Escuchame una cosita", nombre que tiene que ver con el interés de Montilla "por el humor y el habla popular" y con "la imperativa necesidad de las y los compositores de ser escuchados".
"Me llena de orgullo ver cómo la escena de solistas en San Juan ha crecido tanto en calidad como en cantidad; y me hace feliz haber creado un espacio para visibilizarla y generar trabajo. Yo creo que la única forma de crecer es crecer juntes y eso propongo como sujeto político y como gestor", concluyó.