El Papa Francisco habló sobre la actualidad de la educación familiar y la ausencia de límites a los hijos lo hacen mal porque la verdadera educación requiere “límites”.
“Hay que educar con límites. Si hacéis crecer sin límites a un chico, a una chica, a un niño, lo estáis haciendo el mal. Necesitan la caricia, el amor, pero también el no al amor”, explicó. “No a los caprichos”, remarcó el pontífice en la entrevista que le hicieron en un programa llamado Rai A Sua Immagine, grabado el 27 de mayo.
Además de reflexionar sobre los problemas que afectan al mundo, el Papa opinó sobre la vida personal de las familias. Habló sobre la educación y el rol de los maestros y señaló que además de “atraer” y hacer “sentir bien”, también “pone límites”. “Un maestro que sólo te da caramelos no es bueno. Un maestro es el que te ayuda a caminar, pero te dice el límite y te regaña. Si hay un padre y una madre que no regañan a un niño, algo va mal”, analizó.
El Papa también habló sobre el bullying y señaló que las personas que perpetran el acoso “parecen ganadores”, pero “es una victoria falsa porque es una victoria sobre la agresión, sobre el dolor ajeno”.
“La verdadera victoria es armoniosa, no es agresiva, es mansa. La verdadera palabra es mansedumbre. Hoy no se educa tanto en la mansedumbre, porque nos hacen ver que ser manso es ser estúpido”, aseguró.
Sobre este tipo de casos aseguró que estas personas sienten “un cierto placer en la tortura”. “Lo estamos viendo en la guerra, en las películas de guerra, el placer… Y tantos soldados los que trabajan allí torturando a los soldados ucranianos. He visto las películas. Y esto ocurre a veces con los chicos”, ha señalado.
Recordó sobre todo que el camino de Dios resalta la “cercanía, compasión y ternura” y ha instado a los padres a “enseñárselo a los hijos”. “No hay salida: o elegimos el camino del amor, de la ternura, o elegimos el camino de la indiferencia”, explicó.
“Educad a los hijos en la gratuidad, pero siempre con límites”, remarcó. Durante la entrevista el Papa también habló sobre la guerra de Ucrania y ha dicho que los conflictos bélicos son “una historia tan antigua como la humanidad”. “Con la paz siempre se gana, quizá poco pero se gana, con la guerra se pierde todo. Todo. Y las supuestas ganancias son pérdidas”, señaló.
“Con la paz no se pierde nada. Todo puede perderse con la guerra”, exclamó Francisco recordando el llamamiento de Pío XII en 1939 antes de que explote la Segunda Guerra Mundial.