Peregrino consagrado. Un día soleado y Francisco hicieron brillar al Parque O”Higgins durante la multitudinario misa celebrada por el obispo de Roma. Allí, el Papa puso de relieve la capacidad del pueblo chileno para caer y volver a levantarse una y otra vez.

 

Un claro y contundente mensaje de condena a los abusos de niños por parte de los curas en Chile pronunció ayer el papa Francisco en su primer día de visita oficial lo que caló hondo en una sociedad descreída y así abrió una puerta para intentar la reconciliación de la Iglesia Católica con sus fieles. Además, cosechó un baño de multitudes durante la misa que celebró en el Parque O”Higgins donde logró convocar a 400.000 almas.

En su discurso en el Palacio de La Moneda, sede del Gobierno central, y ante la atenta mirada de la presidenta, Michelle Bachelet, Francisco expresó su “dolor y vergüenza” por los abusos sexuales a menores de parte de curas. A renglón seguido, pidió “que no se vuelva a repetir el daño irreparable” que provocaron miembros de la Iglesia a niños de ese país, en las primeras palabras sobre casos de pedofilia en el país trasandino que brinda desde que asumió como Obispo de Roma.

La única mancha en un día trascendental para el papa Francisco fue la participación en la misa multitudinaria en el Parque O”Higgins del obispo de la sureña ciudad de Osorno, Juan Barros, acusado de encubrir los abusos sexuales cometidos por el cura Fernando Karadima. Esto generó el repudio de las víctimas de los abusos.

El Papa aseguró sobre los abusos a menores denunciados en Chile que involucra a unos 80 curas: “Me quiero unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir”, tras lo cual fue aplaudido por las 700 personas que lo escuchaban en La Moneda.

Así, Francisco hizo frente en su primer discurso en Chile a uno de los puntos más problemáticos de la visita, en medio de manifestaciones de laicos en los días previos, demandando un pedido de perdón de la Iglesia.

“¿Cómo está, pudo descansar?”, lo había recibido Bachelet a las 8.20 locales en la Plaza de la Constitución, de frente al emblemático Palacio de la Moneda, el edificio en el que murió Salvador Allende en 1973. “Perfecto”, le respondió el pontífice.

En Chile, el desgaste de la Iglesia por el escándalo del “caso Karadima” en 2010 es una de las causas para que la imagen positiva del pontífice sea la más baja de la región, con un 5.3 sobre 10.

Karadima, de 87 años, fue declarado culpable de una serie de abusos primero por la Santa Sede, que lo condenó a “una vida de oración y penitencia”, en un proceso canónico que permitió reabrir la causa civil que estaba paralizada por falta de pruebas, mientras la justicia penal lo halló culpable pero no pudo condenarlo por prescripción de los delitos.

El caso Karadima puso a la luz la problemática de los abusos porque entre sus discípulos figura precisamente Juan Barros, designado por Francisco en marzo de 2015 obispo de Osorno, donde hasta hoy es rechazado por una parte de la feligresía, que lo acusa de haber encubierto los abusos de su mentor.

Durante su primer discurso en Chile, Jorge Bergoglio también tuvo palabras de fuerte apoyo para los pueblos originarios, en el contexto de un viaje en el que hoy almorzará con un grupo de mapuches en la sureña Temuco.

Así, demandó escuchar “a los pueblos originarios, frecuentemente olvidados y cuyos derechos necesitan ser atendidos y su cultura cuidada, para que no se pierda parte de la identidad y riqueza de esta nación”.

Francisco convocó a una resistencia “ante el avance del paradigma tecnocrático que privilegia la irrupción del poder económico en contra de los ecosistemas naturales y, por lo tanto, del bien común”.

“La sabiduría de los pueblos originarios puede ser un gran aporte. De ellos podemos aprender que no hay verdadero desarrollo que dé la espalda a la tierra y a todo y a todos los que la rodean”, planteó en esa dirección. “Chile tiene en sus raíces una sabiduría capaz de ayudar a trascender la concepción meramente consumista de la existencia para adquirir una actitud sapiencial frente al futuro”, exhortó, tras citar a la escritora y diplomática chilena Gabriela Mistral.

Hoy, con mapuches
 

La ciudad chilena de Temuco, 650 km al sur de Santiago de Chile, espera recibir a unas 250.000 personas en el “Campo Eucarístico”, un antiguo aeródromo situado en el sur de esa ciudad en donde este miércoles el papa Francisco celebrará una misa de la que participarán miembros de la comunidad mapuche.