Señor director:
El 6 de febrero de 1918 falleció el pintor austríaco Gustav Klimt. Había nacido el 14 de julio de 1862.
Sus obras se caracterizan por la suntuosa decoración y elementos ornamentales de colores vivos. Con planos verticales y diferentes puntos de vista legó una estética inconfundible con predominio de suntuosos bajorrelieves e intrincados decorados. Realizó pinturas, dibujos, murales y grabados en su diversa producción artística. Algunos críticos de arte señalan un estilo ecléctico en las obras de Klimt con referencias al arte del antiguo Egipto, al arte bizantino, a la Grecia clásica.
Su pintura Retrato de Adele Bloch-Bauer fue vendida en el año 2006 en 135 millones de dólares. Había sido incautada por los nazis a un coleccionista judío y el tema inspiró la película “La dama de oro”, realizada en 2015.
Los cuadros de Gustav Klimt se caracterizan por el exquisito refinamiento que lo convierten en uno de los artistas más caros del mundo. Se lo considera el padre del modernismo vienés. Con estética personal, a cien años de su fallecimiento, refulge el dorado en el renombrado arte de Gustav Klimt.
