¿Puedes imaginar un camino que te conduzca hacia la realización de tus sueños más profundos? Cierra los ojos por un momento y visualiza cómo un sendero nuevo comienza a abrirse ante ti, animándote a dar ese primer paso. Ese camino es el que te llevará a la consecución de todos tus deseos, pero tiene una regla que deberás cumplir en todo momento: "Recorrer el Kilómetro Extra"
¿Qué Significa Recorrer el Kilómetro Extra?
"Recorrer el Kilómetro Extra" no es tan sólo una acción más, sino una acción consciente y guiada por un propósito claro y definido que impulsa a las almas visionarias a despertar todo su potencial para superar cualquier obstáculo con tenacidad y coraje. Según Napoleón Hill, aquellos que desean alcanzar el éxito verdadero necesitan reconocer y conectar con su grandeza interior para descubrir y utilizar todos aquellos recursos internos poderosos con los que fueron dotados desde su nacimiento: el valor, la fe, la determinación y la pasión. Necesitan estar dispuestos a crecer, contribuir y celebrar la vida en su nivel más profundo, abrazando la idea de que cada esfuerzo adicional es una semilla que recogerá grandes frutos en el futuro.
El Camino del Éxito no es un camino fácil; es una ruta llena de desafíos y obstáculos con una regla única y poderosa: "Recorrer el Kilómetro Extra" sin rendirse jamás. Para lograrlo, necesitas de tres compañeros infaltables que te ayudarán a enfrentar todo tipo de reveses: tu propósito, tu determinación y tu convicción inquebrantable.
Napoleón Hill nos legó con este principio un tesoro invaluable, andar esa milla extra se convierte en la brújula que guía a aquellos que se atreven a desafiarse a sí mismos, a superar obstáculos y a alcanzar el éxito en todas las dimensiones del ser. No es un viaje para corazones débiles, sino para aquellos que han decidido elevar su vida por encima de la mediocridad.
La Esencia del Kilómetro Extra: Esta filosofía se manifiesta de diversas maneras en la vida cotidiana de quienes la adoptan como principio rector. Aquí te presento tres facetas clave que ilustran su poderosa fuerza motriz:
1. La Perseverancia Incansable: Aquellos que abrazan el "km Extra" no se rinden ante el primer obstáculo; en cambio, lo ven como una oportunidad para demostrar su determinación. Consideran cada revés como un trampolín hacia un mayor crecimiento y aprendizaje.
2. La Búsqueda Constante de Mejora: Ir más allá de lo ordinario significa no conformarse con la mediocridad. Los defensores de este principio buscan constantemente maneras de superarse a sí mismos. Ya sea en el ámbito profesional o personal, están dispuestos a invertir tiempo, esfuerzo y dinero en su desarrollo personal y espiritual.
3. La Capacidad de Enfrentar la Adversidad con Resiliencia:El éxito no siempre es un camino llano. Cuando se enfrentan a desafíos o fracasos, aquellos que siguen el km Extra no se desmoronan. En lugar de eso, utilizan la resiliencia como una herramienta para superar los momentos difíciles, sabiendo que cada dificultad es una oportunidad para llevar su vida a un siguiente nivel.
Poner en acción el principio del km
Recorrer el kilómetro extra no se limita sólo a éxitos monumentales; también puede aplicarse en pequeñas acciones cotidianas que, con el tiempo, marcan una gran diferencia, por ejemplo
1- En el Trabajo:
– Siendo el primero en llegar y el último en irte, no solo para mostrar tu compromiso, sino también para aprovechar al máximo tu tiempo de trabajo.
– Tomando la iniciativa para ayudar a un compañero de trabajo en un proyecto, incluso si no está directamente relacionado con tus responsabilidades.
2- En las Relaciones Personales:
– Escuchando activamente a un amigo o ser querido cuando necesitan apoyo, brindándoles tu atención completa en lugar de estar distraído.
– Sorprendiendo a tu pareja con un gesto inesperado de cariño o gratitud, demostrando que estás dispuesto a ir más allá para fortalecer la relación.
3. En el Aprendizaje y Desarrollo Personal:
– Dedicando tiempo adicional para investigar y profundizar en un tema que te apasiona, en lugar de quedarte en lo superficial.
– Comprometiéndote a practicar una habilidad o una disciplina de manera constante, incluso cuando sientas que has alcanzado un nivel aceptable.
Superar obstáculos
Es importante reconocer los obstáculos que pueden impedir recorrer ese kilómetro extra, como la procrastinación, la duda, el miedo al fracaso y las distracciones. Sin embargo, cada desafío superado nos acerca más a nuestro máximo potencial.
1. Procrastinación: Cuando te enfrentes a la procrastinación, puedes aplicar la técnica del "enfoque de pomodoro". Establece un temporizador durante 25 minutos y trabaja intensamente en tu tarea. Saber que sólo debes concentrarte durante un corto período de tiempo puede ayudarte a vencer la procrastinación y dar ese paso extra en tu trabajo.
2. Duda y Falta de Confianza:
Escribe un diario con tus logros y éxitos pasados. Cuando la duda se instale, revisa tu diario para recordar todas las veces que superaste obstáculos. Este recordatorio de tus triunfos anteriores puede ayudarte a ganar confianza y dar el paso extra con mayor seguridad.
3. Miedo al Fracaso:
Cambia tu perspectiva sobre el fracaso. En lugar de verlo como un obstáculo, considéralo como una oportunidad de aprendizaje. Al abrazar el fracaso como parte del proceso hacia el éxito, estarás más dispuesto a dar ese paso extra sin el temor paralizante del fracaso.
4. Falta de Claridad en Objetivos:
Define metas claras y específicas. Utiliza la metodología SMART (Específicas, Medibles, Alcanzables, Relevantes y Con Tiempo). Esto te ayudará a tener una visión más clara de lo que deseas lograr, lo que a su vez te motivará a dar ese esfuerzo adicional para alcanzar tus objetivos.
Mi Historia Personal "Recorriendo el KM Extra"
Permíteme compartir una inspiradora historia que te motivará a dar ese esfuerzo adicional.
En el tumultuoso año 2020, en medio de la pandemia global, el aislamiento total y el temor a contraer el virus, la vida me presentó un nuevo desafío: mi hija Valentina fue internada de urgencia debido a una sospecha de sepsis en su organismo.
Mi vida parecía una película de terror sin fin, y honestamente, rodeada por todo ese caos, mi fortaleza y mi fe estaban flaqueando. Unos días antes, una inesperada llamada de Myriam Pérez, periodista del DIARIO DE CUYO, llenó de alegría y entusiasmo mi corazón. Quería entrevistarme para la revista OH, lo que representaba una gran oportunidad para mi trabajo que estaba en descenso en ese momento por la crisis que atravesábamos resultado de la pandemia.
Fijamos juntas la fecha y el horario de la entrevista, que por razones más que obvias sería telefónica. Paradójicamente, el día programado coincidió con el ingreso de Valentina a la internación. Mi primera reacción fue negarme rotundamente; ¿cómo podría dar una entrevista en medio de una situación tan crítica? No tenía la fuerza, la claridad ni la energía para hacerlo. Me sentía completamente abrumada por la salud de mi hija y lo único que deseaba era verla fuera de esa cama y completamente sana.
Sin embargo, una fuerza profunda surgió desde lo más íntimo de mi ser, impulsándome a dar ese paso extra. Con fe y confianza en que todo estaría bien, decidí tomar esa oportunidad, y en la habitación del sanatorio, con el corazón apretado por el miedo y la angustia, tomando la mano de Valentina con fuerza, llevamos a cabo esa bendecida entrevista. Fue un esfuerzo gigantesco que requirió coraje, valentía y determinación, pero lo hice con la convicción y esperanza de que algo bueno surgiría de esa experiencia. Y lo que siguió fue verdaderamente sorprendente.
Aquella entrevista marcó el inicio de una serie de oportunidades. Más notas, más entrevistas y, finalmente, un lugar dentro de este valioso y luminoso espacio: ¡La Revista OH! Hoy, a la distancia, puedo ver cómo al recorrer ese kilómetro extra en medio de una gran adversidad, sembré una semilla que floreció muchos años después de formas que nunca hubiera imaginado.
Y gracias a esa increíble mujer que nunca supo que en aquella primera entrevista estaba atravesada por esa difícil circunstancia, ya que me determiné a dar lo máximo de mí, hoy tengo la oportunidad de aportar mi granito de arena a los miles de kilómetros extras que a diario ellas materializan en actos concretos para alcanzar metas dignas y elevadas, con el único objetivo de que esta revista sume verdadero valor a la vida de sus lectores. Gracias a Inés, Myriam y Paulina, que con tanta generosidad me han brindado este espacio, hoy tengo la oportunidad de poner mi verdadero propósito de vida al servicio de la humanidad con una gran ambición, dejar una huella positiva en la vida de quienes lean estas líneas.
Toda esa experiencia y los sucesos posteriores me han marcado de una forma significativa y me han enseñado que, incluso en los momentos más difíciles de tu vida lo que decides hacer es lo que define tu carácter y forja un espíritu inquebrantable o no, es fácil hacer la cosas bien cuando todo va bien, lo difícil es hacer las cosas bien y tomar buenas decisiones cuando todo es oscuro y sombrío, incluso en esos momentos tenemos la obligación de buscar y encontrar la determinación, la fuerza y la valentía para salir adelante, con el tiempo llegaran recompensas invaluables, recompensas mayores a las que la mente jamás hubiera imaginado.
En tus propias luchas y desafíos, te animo a recorrer ese kilómetro extra, porque quién sabe qué recompensas inesperadas te esperan al final de ese camino. Si necesitas un ejemplo, aquí me tienes, recogiendo la mayor de las recompensas: la oportunidad de inspirarte a llenarte de fe, fuerza y valentía para que comiences a recorrer ese kilómetro extra, porque ese kilómetro extra es el verdadero camino, es el camino hacia tu grandeza.
Con amor
Luisa Aciar
Por Luisa Aciar
Instructora Líder de Napoleón Hill y Bioneurocoach
