El tenista argentino Guido Pella no tomará parte del Masters 1000 de Cincinnati que comenzará el lunes en Nueva York y marcará el regreso oficial del circuito masculino, debido a que su preparador físico, Juan Manuel Galván, padece coronavirus, y eso llevó a la Federación de Tenis de los Estados Unidos (USTA) a separarlo y ponerlo desde hoy en cuarentena por precaución, debido a su estrecho vínculo con el infectado.
"La USTA informó un positivo hace dos días y lamentablemente es mi preparador físico, Juan Manuel Galván. Por el estrecho contacto que tuvimos desde hace 14 días cuando nos instalamos para entrenar en Miami y luego vinimos a Nueva York, me aislaron durante dos semanas junto a mi entrenador José Acasuso y no jugaré Cincinnati", explicó apesadumbrado Pella, en un video que subió a su cuenta de la red social Instagram.
El tenista nacido en Bahía Blanca hace 30 años y ubicado en el puesto 35 del ranking mundial de la ATP, era uno de los dos argentinos que ingresaban en forma directa al cuadro principal de Cincinnati, junto a Diego Schwartzman (13), mientras que buscarán su lugar desde la clasificación Juan Ignacio Lóndero (62), Federico Delbonis (78) y Federico Coria (104).
La noticia de que la USTA había encontrado un resultado positivo entre los 1.400 tests efectuados desde el 13 de agosto pasado en la ‘burbuja’ sanitaria de Nueva York donde se jugará el Masters 1000 de Cincinnati y luego el US Open, había encendido la alarma en el ambiente tenístico, a un puñado de días de la reanudación del circuito interrumpido desde marzo por la pandemia.
"Me efectuaron dos tests con resultado negativo. Estoy perfecto, no siento nada y Juan Manuel tampoco porque es asintomático. Somos afortunados por ese lado, aunque por otro el torneo me retiró y me puso en cuarentena. El procedimiento que debo cumplir es estricto, con testeos regulares cada dos días para ver si pasa de negativo a positivo. Lo único que espero es que estas dos semanas pasen rápido y poder jugar el US Open", añadió Pella en su descargo en Instagram.
El argentino no fue el único separado del torneo, también se tomó esa decisión con el boliviano Hugo Dellien (94) por haber estado en estrecho contacto con el "Titán" Galván, quien lo prepara físicamente.
El torneo de Cincinnati, que se jugará en el complejo neoyorquino de Flushing Meadows, el mismo escenario que albergará el US Open entre el 31 de agosto y el 13 de septiembre, contará con la presencia del serbio Novak Djkokovic, número uno del mundo que también se vio afectado por el coronavirus, ya que lo sufrió en carne propia cuando se contagió en junio pasado, en las polémicas exhibiciones denominadas Adria Tour que lo tuvieron como protagonista.
Los tenistas que competirán tanto en Cincinnati como en el US Open permanecen aislados en una ‘burbuja’ sanitaria especialmente diseñada en el Centro Nacional Bilie Jean King, en el barrio neoyorquino de Queen’s, donde son sometidos periódicamente a testeos para comprobar si están sanos.
"Lo bueno es que estamos encerrados todos en el mismo lugar y no tomamos ningún contacto con el mundo exterior, lo malo es que si uno padece coronavirus lo más probable es que nos contagiemos absolutamente todos los demás", comentó a Télam un tenista argentino instalado en la ‘burbuja’ sanitaria en Nueva York que prefirió preservar su nombre.
Lo cierto es que el tenis masculino regresará el lunes en un ambiente signado por el temor a la pandemia. De hecho para evitar posibles contagios no tomarán parte de la gira sobre cemento figuras como el español Rafael Nadal, actual campeón del US Open, ni tampoco los franceses Jo-Wilfried Tsonga, Gaël Monfils y Lucas Pouille, el australiano Nick Kyrgios y el suizo Stan Wawrinka, entre otros.
Por su parte, el suizo Roger Federer no jugará hasta el año próximo al agravarse su lesión en la rodilla derecha que debió ser operada dos veces este año, mientras que el italiano Fabio Fognini aprovechó el receso que generó la pandemia y se operó los dos tobillos, así que se estima reaparecerá recién en septiembre.
Entre las damas, no jugarán el US Open la australiana Ashleigh Barty y la rumana Simona Halep, uno y dos del mundo, y la defensora del título, la canadiense Bianca Andreescu (6), entre las más importantes, mientras que la española Garbiñe Muguruza no estará únicamente en Cincinnati pero sí jugará el Grand Slam estadounidense.