Han implantado la confusión. Confundir orden con desorden, bueno con malo, entre tantas cosas. ¡Trastocar el orden que hace a la esencia misma de las cosas! 

– ¿Por qué no? Si soy libre, no estoy sujeto a ningún orden. ¿Qué es el orden? quién determina qué es el orden. ¿Y la autoridad? ¿Qué diferencia con el autoritarismo? ¡da igual! 

Dicen con su actuar, esta nueva generación, esta dirigencia actual de nuestro país, que ha permitido, como río desbordado, romper principios básicos de orden moral, llevando a la triste situación presente. Todo bajo un enfoque nuevo. ¡Esto es la libertad! ¡Esto es el orden sin orden! Por ello, puedo cambiar la palabra. Por ello, puedo cambiar el sexo. Por ello puedo cambiar las relaciones, etc. Puedo cambiar bueno por malo. Confundir bueno y malo. Y allí se desmorona todo el orden social. Todo el orden Político. Toda la convivencia familiar, nacional, mundial. Es el caos. 

La honestidad tan reclamada, que hace tambalear hoy, el valor de la política.

LA DESTRUCCIÓN DEL SER HUMANO

Por ello vivimos abusos humanos hasta llegar a la guerra. La destrucción del Hombre por el mismo Hombre. Me enseñaron que la palabra nos permite relacionarnos. Pero como podemos crear la palabra "todes" las relaciones también podemos cambiarlas. ¡Qué (creativos) "Creatives" somos! Y estamos destruyendo un orden, que era factible mejorar. Y en vez de corregirlo, destruyamos todo. Los cimientos también.

Y pasa el tiempo, y a pesar de algunos seres brillantes, los próceres, que advirtieron y marcaron rumbos, nos creemos tan creativos, que "rompemos y empezamos de nuevo. Imponiendo, principios y valores, que nos llevan, como la marea, de un lado a otro. Sin rumbo ni destino".

ESENCIA DEL HOMBRE

¡La humanidad! es el fundamento, cimiento, esencia del hombre. Sobre ella se edifica el orden, la ley. De ella se desprenden Valores: bueno y malo. 

La honestidad tan reclamada, que hace tambalear hoy, el valor de la política. Aquel término politeia nacido en los orígenes de Grecia, nuestra cuna de la cultura y organización de la vida en comunidad. Nuestra civilización, hoy tan ¡"IN -civilizada!".

Frenemos esta corriente que nos lleva al abismo. Frenemos esta mediocridad que hace olvidar qué y quienes somos. Corrijamos errores y abusos, pero no destruyamos cimientos.

 

Por Beatriz Albaladejo
Licenciada en Ciencias Políticas y Sociales