La propuesta que impulsa la CGT a nivel nacional de reducir la jornada de trabajo encontró reparos en el sector empresario sanjuanino y tampoco tuvo adhesión unánime entre los gremios locales. La principal crítica que formularon los hombres de negocios es que si una compañía reduce la cantidad de horas de sus empleados deberá contratar más gente para cubrir el déficit, lo que generará un mayor gasto, en un contexto de grave crisis económica. Y desde el sector sindical condicionaron la propuesta a que, por ejemplo, se reduzca la presión impositiva al empleador.

De acuerdo a los fundamentos que acompañan al proyecto, que ya está en el Congreso Nacional, se señala "la posibilidad de reducir la duración de la jornada laboral como herramienta para la mejor distribución del trabajo existente y, al mismo tiempo, para incrementar la productividad a través de los beneficios que representa, tales como: el mejoramiento de la calidad de vida de los trabajadores, la distribución del empleo y redistribución de la riqueza, la disminución de la siniestralidad laboral y el aumento del presentismo, la reducción de los costos empresarios, el impacto ecológico y sanitario".

Pero la iniciativa en San Juan genera más rechazos que adhesiones. Desde la Federación Económica, Dino Minnozzi sostuvo que "son proyectos propios de sociedades que están más avanzadas que la nuestra. Se quieren aplicar normas de sociedades desarrolladas en Argentina donde hay tremendas presión fiscal, sólo se va a conseguir generar una mayor carga laboral y burocracia". Agregó que "si vamos a reducir la jornada de trabajo es preocupante porque vamos a tener que contratar otra persona para realizar las tareas. Y así sólo se va a asfixiar aún más al sector productivo".

La idea no es nueva en el Congreso porque ya había tres iniciativas

Marcelo Quiroga, desde la Cámara de Comerciantes Unidos, sostuvo que "esta discusión no es la prioridad en este momento. Creemos que sólo podría avanzar en la medida que vaya acompañada de la reducción de la presión impositiva".

El representante de la Cámara Argentina de la Construcción, Julián Rins, explicó que en el sector ya se paga por hora al trabajador, por lo que habría un impacto negativo en el personal si trabaja menos horas. Además, señaló que "generaría un impacto en los precios porque la industria va a tener que contratar más personal. Por eso nos parece una medida inoportuna".

En el sector gremial, Eduardo Cabello, referente de la CGT en San Juan y secretario general del sindicato de la construcción, manifestó que "habría que ver si la propuesta ayuda a generar más trabajo. Acá hacen falta cosas serias y la reducción de la jornada laboral no es la solución". Y señaló como un problema para el crecimiento del empleo "la deuda externa que dejó el gobierno anterior".

Desde el sector de los gastronómicos, Graciela Baraza aclaró que en ese rubro ya se viene aplicando el sistema de trabajos por horas, según la actividad.

Desde los jerárquicos mineros, Marcelo Mena dijo que en ese ámbito acompañan el proyecto. Mientras que Mirna Moral, de los empleados de comercio, adelantó que la propuesta sólo podría funcionar "si hay un beneficio impositivo para el empleador".

De los diputados nacionales por San Juan, sólo se pronunciaron Walberto Allende, quien dijo que "no tengo en claro las ventajas", mientras que Fabiola Aubone habló de que se trata de un tema "que va a requerir más estudio". Desde la oposición, Susana Laciar expresó que "se trata de un propuesta para la tribuna electoral" y que debería formar parte de una "reforma laboral integral".

 

  • El antecedente de Chile

El Congreso chileno viene de aprobar un proyecto de ley para reducir de 45 a 40 horas semanales la jornada laboral, una promesa de campaña y uno de los principales proyectos impulsados por el presidente Gabriel Boric.

En concreto, el proyecto modifica el artículo 22 del Código de Trabajo que pasará a establecer una jornada laboral de 40 horas en lugar de las 45 que figura actualmente.

La implementación de la ley se hará de forma gradual en un plazo de cinco años a contar del primer año en que se publique en el Diario Oficial.

La reducción se aplicará con la fórmula 1-2-2, eso quiere decir que durante el primer año se reduce una hora, al tercer año dos horas más y al quinto años las dos restantes.

El proyecto llevaba más de seis años en trámite parlamentario y fue impulsado por legisladores del Partido Comunista (PC) y era una promesa de Boric.

La normativa incluye, entre otros beneficios para los trabajadores, la compensación de horas extraordinarias por hasta cinco feriados adicionales, además de establecer sistemas excepcionales de trabajo y el sistema de jornada cuatro por tres (4×3), que consideran áreas como minería, pesca o turismo.

De esta forma, Chile se sumó a Ecuador y Venezuela como los dos únicos países de América latina en establecer por ley las 40 horas semanales.