En tiempos de pandemia, donde los eventos deportivos solo admiten la presencia de unos pocos, generalmente unos pocos dirigentes y periodistas, ayer unos 4 mil sanjuaninos fueron unos privilegiados. Es que San Juan dio el puntapié inicial para el retorno del público a las competencias y los fierreros se dieron ese lujo presenciando, ni más ni menos, que la 8va fecha del campeonato del Turismo Carretera.
Ya lo habían demostrado en la venta de entradas, agotando las 3.200 localidades habilitadas por protocolo en un día y medio. Ayer, desde muy temprano los fanáticos ya esperaban que se abrieran las puertas del predio para buscar la mejor ubicación e intentar, de la manera que se pudiera, hacer valer el folklore típico del automovilismo, esta vez sin asado pero con las banderas de las marcas preferidas. "Creo que se ha hecho un enorme esfuerzo para que los sanjuaninos puedan ver deporte y ellos han respondido de la mejor manera, porque lo están haciendo respetando todos los protocolos, hay conciencia en la gente y eso nos anima a ir por más", expresó el secretario Jorge Chica quien se animó a confirmar que el domingo próximo, cuando se dispute la 9na fecha del TC, también habrá público en las tribunas.
Fueron 3.200 espectadores, además de invitaciones especiales.
La doble fecha del Turismo Carretera forma parte del "mes de la velocidad" en la provincia, que si bien en algún momento iba a recibir una fecha del Turismo Nacional y que se postergó para los últimos meses del año, igual le da un mimo a los fierreros locales que ayer pudieron disfrutar de un gran espectáculo. Con un Villicum reluciente, que en octubre -de no mediar modificaciones- recibirá una fecha del Superbike, el trazado albardonero se mostró ante todo el país que vivió la competencia. "Es algo que esperábamos hace tiempo. Hay mucha necesidad en la gente de poder ver deporte y para nosotros mucho más porque somos fanáticos del automovilismo", comentó Esteban Agüero quien había llegado junto a toda su familia para ver la carrera en la tribuna Premium, destinada a los vacunados. Es que la organización dispuso dos tribunas para vacunados (Premium y Panorámica) y otra para quienes no recibieron vacunas (fin de recta larga). Todos fueron parte de un espectáculo único que los tuvo como privilegiados en primera fila.