Casi desde su nacimiento, el Pro ha estado atravesado por peleas, escándalos y polémicas (Ver recuadro), y el camino a la elección del 14 de mayo no ha sido la excepción, al punto de que llega dividido en cuatro partes. Así, está la línea de la conducción partidaria, en manos del diputado Enzo Cornejo, que juega alineada con el candidato a Gobernador Marcelo Orrego. En la grilla por la puja por el máximo cargo provincial se anotó, por ahora, el exlegislador nacional Eduardo Cáceres, en una jugada individual, por fuera de la estructura orgánica de la fuerza política y de la mesa de lo que fue Juntos por el Cambio, hoy renombrado Unidos por San Juan (UxSJ), así que se verá si cuenta con el batallón de dirigentes para poder competir. Por otro lado, se encuentra el sector de María Eugenia Raverta, identificado con Patricia Bullrich, cuyos integrantes definirán si juegan (o no) para uno u otro espacio, mientras que también hay un autodenominado Pro disidente que se asoció al grupo libertario. Todo ello sin contar movimientos individuales que aumentan esa dispersión.
El escenario revela la dificultad de la actual y la anterior gestión de contener a dirigentes con diferentes miradas, sumado a que desató rencores irreconciliables el manejo del partido, dado que la acusación de sectores internos es que, deliberadamente, se apuntó a que sea una fuerza política "chica" y una "franquicia" administrada por unos pocos.
No obstante, el Pro cuenta con dirigentes en los departamentos que saldrán a pelear Intendencias. Ahora, si quieren tener chances, lo harán bajo la línea interna o subagrupación "Cambia San Juan", que lidera Orrego en su carrera a la Gobernación, la figura de más peso y que mide fuerte en los distritos. Entonces, ¿por qué los macristas se sacrificarían por el exdiputado nacional y jugarían a perder?
A ello se le suma que su imagen quedó golpeada tras la denuncia por lesiones a la exvice del Pro, Gimena Martinazzo, cuya causa avanzó hasta un procesamiento confirmado, aunque la Justicia lo desligó antes del inicio del juicio. Cáceres no ha venido participando de las reuniones de la cúpula de JxC y, para disputar la Gobernación, tiene que poner candidatos a intendentes, concejales titulares y suplentes y diputados departamentales en al menos 10 distritos, más una lista de 17 legisladores proporcionales. Toda una dificultad, salvo que cuente con alguna ayuda individual desde el Pro; de partidos socios, algunos de los cuales han mostrado reticencia; de sectores independientes o de que en la oposición se convenzan que necesiten de unos puntitos del exlegislador bajo el nuevo sistema electoral. De conseguirlo, la jugada de Cáceres cobraría sentido, a la espera de que en algún futuro le tiren un cargo.
Por otro lado, está el sector de la exconcejala de la Capital, María Eugenia Raverta, quien es la coordinadora provincial de la mesa de trabajo para la candidatura presidencial de Patricia Bullrich. La dirigente dijo que "no hay ninguna decisión tomada" con respecto a apoyar algún candidato en el comicio provincial y que puede haber "libertad de acción dentro del espacio". Además, dijo que tiene que analizar cuál va a ser su posición porque reconoció que "hay algo que no cierra. Cáceres está haciendo una línea Pro y Cornejo, que es el oficialismo, va con Orrego. Es algo que no comparto".
Además, hay un Pro disidente, integrado por Hugo Ramírez (expresidente), Fernando Patinela (exapoderado) y Fabricio Fachinetti (exfuncionario macrista), que forma parte del frente Desarrollo y Libertad que integran ADN, Cruzada Renovadora, el Partido Libertario y agrupaciones liberales.
Después, hay otras curiosidades. Hay un grupo de autoconvocados al que se lo denominó Pro, aunque uno de sus referentes, Eduardo Cerimedo, aclaró que son Autoconvocados JxC. El empresario sí se afilió al partido, va como candidato a intendente de la Capital y dentro de la línea de Orrego. Por último, fuentes del espacio cuentan que Mario Ortiz, quien fue expulsado del Pro luego de denunciar a Cornejo por presunto enriquecimiento ilícito, lo que fue desestimado, viene acompañando en el asesoramiento al empresario Sergio Vallejos, de Evolución Liberal. Se trata de un espacio que ingresó a UxSJ. Es decir, Cornejo y Ortiz volverán verse las caras y convivir en un mismo espacio. Las vueltas de la política.
Expulsiones
La entonces vice del Pro, Gimena Martinazzo, renunció al Pro antes de que fuera expulsada, al igual que Fabricio Fachinetti, quien había hecho presentaciones judiciales por el manejo del partido en la gestión de Cornejo, las que fueron desestimadas. En cambio, Mario Ortiz si fue sancionado con ese castigo.
Catarata de conflictos
El PRO en San Juan nació en 2006 y su corta vida estuvo signada por pujas de poder y escándalos. En 2011, la estructura macrista expulsó al dirigente Wbaldino Acosta Zapata. Ese año estuvo al frente de la conducción Hugo Ramírez, quien luego fue desplazado por la Asamblea de Delegados. Frente a esa embestida, el partido a nivel nacional decidió la intervención. Ramírez fue diputado, estuvo como vicepresidente y se alejó en diciembre de 2014 por las diferencias con Cáceres, quien presidía la fuerza política. Los mandatos del exdiputado nacional fueron tres: de 2014 a 2016, de 2016 a 2018 y 2018 a 2020. Otro que se peleó con Cáceres nacional fue Martín Turcumán, quien había sido el candidato a gobernador en 2015.
El que tomó la posta del partido fue Enzo Cornejo en diciembre de 2020 y asumió otro período a principios de este mes. El dirigente no estuvo ajeno a las polémicas, ya que fue denunciado por el afiliado Mario Ortiz, el año pasado, justo en la visita de Horacio Rodríguez Larreta, por presunto enriquecimiento ilícito, causa que fue desestimada. La exconcejal María Eugenia Raverta había expuesto que Cornejo, cuando estuvo al frente de la Secretaría General del partido, le cobró 360 mil pesos por su candidatura y quiso saber en qué se usó ese dinero.