Antes de emprender el viaje desde Ushuaia que tenía previsto como destino a Mar del Plata en el submarino ARA San Juan, el sanjuanino Renzo David Martín Silva fue sorprendido por una familia con la que había establecido una férrea amistad que había nacido en Puerto Belgrano no hace mucho tiempo.
“Lo reconocimos y lo abrazamos por la espalda, mientras hablaba por teléfono. Así que luego del sobresalto nos pusimos todos muy contentos y quedamos de acuerdo que luego que fuera a comprar un obsequio a su novia fuera a cenar a nuestra casa”, afirmó Karina Terny quien junto a su esposo José Colart están radicados hace 4 años en la ciudad más austral del mundo. “Conoció a nuestra beba, Amelie, y la tuvo mucho tiempo en brazos, mientras charlábamos y nos poníamos al día de nuestras vidas. Lo ví realmente muy bien, muy feliz”, afirmó la amiga que todavía no puede creer lo que sucedió y que, según narró, vive pendiente de los medios para saber alguna noticia que pueda ser alentadora.
“Es un pibe súper sano. Excelente persona. Si te tenía que decir la verdad, lo hacía. Pero es de los que piensan antes de hablar, para no lastimar. Siempre era el conciliador. Muy inteligente”, describió a Renzo, quien fue el encargado de darle el discurso de bienvenida en el ritual que los marinos le hacen a la mujer de un camarada, mientras ella camina por un arco de espadas que hacen los otros compañeros del novio, según recordó la pareja con gran emoción.
“Me lamento tanto que no sacamos ni una foto. Y eso que al otro día de la cena, vio con nosotros el superclásico entre River y Boca. Me invitó a recorrer el submarino, pero le dije que no. No me llamaba la atención para nada ingresar ahí”, contó Karina, que luego aclaró que no había ninguna preocupación en Renzo sobre el funcionamiento del submarino. “Incluso dijo que él se sentía muy seguro por sus compañeros. Su confianza se basaba en que todos sabían todo adentro del submarino, más allá que cada uno tenga una tarea específica”, agregó Karina, quien como todo el país quiere saber cuál fue la causa de la desaparición del ARA San Juan. Eso sí, descartó que la causa fuera un error humano. “Sé que están muy capacitados para cumplir con esas funciones”, aseguró.
Las familias de los tripulantes sanjuaninos son de las pocas que quedan en Mar del Plata.
“Antes que partiera, pasó a despedirse pero no pude verlo. Sí volvió a estar con mi beba el Pochola, como le decíamos cariñosamente. Estaba planeando dónde iría de vacaciones con su novia y por eso sigo sin creer lo que está sucediendo”, concluyó la amiga del submarinista sanjuanino.