"Me animé a denunciar al saber de otros casos, eso me dio fuerzas para contar que yo también viví una situación incómoda en su consultorio", dijo ayer a este diario una de las siete mujeres que acusó al oftalmólogo Oscar Kerman (68). Se trata de la primera denunciante (se preserva su identidad) que se animó a contar su experiencia a un medio de comunicación. Según su relato, todo ocurrió en la mañana del 20 de noviembre de 2018, cuando acudió a la guardia de la Clínica Santa Lucía junto a su hijo, preocupada porque al nene, en ese momento de 5 años, le había aparecido una especie de manchita roja en uno de sus ojos. Ella, en ese entonces de 40, preguntó por algún oculista disponible y los derivaron con Kerman.
Como en la mayoría de los casos denunciados, la mujer explicó que la consulta transcurrió con normalidad y que no notó ninguna actitud extraña en el profesional. Sin embargo, dijo que al momento de despedirse ocurrió lo inesperado, cuando Kerman la besó en la comisura de la boca. "En ese momento me sorprendí, pero no le dije nada, me fui. Mi prioridad era mi hijo. Pero si sentí una sensación horrible, un rechazo que te provoca esa situación", expresó. Y recordó que minutos antes le había preguntado por su estado civil.
La mujer ese día salió de la clínica con la cabeza puesta en su hijo y no le comentó a nadie. Solamente se propuso no volver nunca más a una consulta con ese médico. La experiencia quedó sepultada hasta que la semana pasada volvió a rondar en sus pensamientos cuando se enteró por la prensa que Kerman había sido denunciado por abuso sexual. "Caí en que era el mismo con el que yo había vivido esa situación. En ese momento como que me empieza a hacer un ruido interno, y sentí que lo que le pasó a ella (la primera denunciante) podía ser verdad porque yo lo viví. Entonces como que toma otra dimensión lo que te pasó. Hay momentos en los que uno tiene que comprometerse. Hay cosas que muchas veces están mal, en cualquier orden de la vida, y si uno no hace nada, no puede pretender de que eso cambie. Sentí que algo había que hacer, es una responsabilidad personal que uno siente, uno se moviliza", comentó. Así, el sábado de la semana pasada se presentó en el Cavig y radicó la denuncia.
A Kerman le imputaron el delito de abuso sexual simple y antenoche el juez Andrés Abelín le dictó tres meses de prisión preventiva a cumplir en su domicilio por los problemas de salud que plantearon sus defensores, Franco Montes y Marcelo Fernández, quienes adelantaron que mañana acudirán al Tribunal de Impugnación porque entienden que la resolución del magistrado es injusta, pues se basan en que el delito que le imputaron permite la excarcelación.
"No sé lo que puede llegar a pasar, pero por lo pronto el consuelo es la condena social que ya tiene. Y lo más importante es que no se repitan más estos casos", dijo la mujer consultada por este diario. Al igual que ella, otra mujer relató que Kerman se propasó estando en el consultorio con su hijo. Mientras que en todos los casos se repitió eso de que Kerman habría abordado a sus víctimas cuando estaban por retirarse. Por ejemplo, la primera que lo denunció (48 años) aseguró que durante la consulta le preguntó sobre aspectos de su vida personal y que antes de irse se acercó más de lo normal. Ella dijo que intentó esquivarlo pero que instantes después "me tomó de la cintura y me llevó hacia su cuerpo. Yo sentí mis pechos apoyados en las partes de su pecho y brazos. Me puse de espalda para abrir la puerta y me tocó la cintura y deslizó una de sus manos llegando hasta los glúteos, diciéndome "no te pierdas, volvé así te hago un fondo de ojos"".