La Cámara Nacional de Casación Penal le otorgó al represor Gustavo De Marchi el beneficio de la prisión domiciliaria, luego de que se contagiara coronavirus en la cárcel, dijeron fuentes judiciales.
Uno de las medidas que le impusieron fue la colocación de una pulsera electrónica. Esto es porque las autoridades consideran que existe peligro de fuga, teniendo en cuenta el antecedente que carga en sus espaldas: en 2013 se escapó del Hospital Militar de prisión tras su primera condena y permaneció dos años prófugo.
Antes de recibir el beneficio, De Marchi había tenido dos reveses. El 24 de julio pasado, los jueces Daniel Doffo, Eliana Rattá y Carlos Lascano, del Tribunal Oral Federal, le habían negado la domiciliaria. Los magistrados tienen a cargo la ejecución de la pena perpetua que recibió el militar retirado en el segundo megajuicio por delitos de lesa humanidad. El otro revés se lo dio el juez puntano Raúl Fourcade, quien también rechazó que acceda al beneficio. Este último tiene bajo su órbita el cumplimiento de la condena de 25 años de cárcel que recibió el represor en el primer megajuicio.
Este diario dio a conocer en exclusiva el pasado 4 de agosto que De Marchi contrajo el virus luego de haber tenido un contacto estrecho con otro interno del Servicio Penitenciario Federal de Ezeiza, en Buenos Aires. Tras dar positivo, lo trasladaron a la Unidad 21 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para que sea tratado de su afección. El otro represor contagiado es Jorge Olivera.
Ambos fueron condenados en San Juan por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar.