El mal tiempo comenzó a ceder y se abre una ventana para que las condiciones de búsqueda mejoren, por eso, ayer el buque noruego Skandi Patagonia, contratado por la marina estadounidense que cuenta con elementos de última generación, partió de Comodoro Rivadavia al área de búsqueda del submarino ARA San Juan, perdido en aguas del Atlántico sur, desde hace siete días con 44 tripulantes a bordo.
La mejora climática abrió nuevamente una esperanza, sin embargo, el paso del tiempo tiene a los rescatistas trabajando contrarreloj porque saben que el oxígeno del submarino perdido se puede estar acabando.
En principio, la nave tendría oxígeno nada más que para una semana. El vocero de la Armada, Enrique Balbi, reconoció anoche que la búsqueda del submarino ARA San Juan está “entrando de a poco en una etapa crítica”, principalmente por las dificultades de oxígeno para los 44 tripulantes del navío. “No hay novedades en los barridos y los patrullajes marítimos. Las esperanzas no las perdemos nunca, pero la incertidumbre va creciendo y, de a poco, entramos en una etapa crítica”, sostuvo Balbi al brindar el último parte oficial del día. Además, informó que hay unas 4 mil personas colaborando en las maniobras de búsqueda, tanto de fuerzas nacionales como internacionales. “Hay 14 unidades de superficie y 10 aeronaves. En total contamos con el apoyo de doce países”, remarcó.
Ayer, los rastrillajes se concentraban en áreas más chicas, en lugares donde se detectaron los ruidos y en imágenes satelitales. En esa área, a unos 360 km de la Península de Valdez, mientras se espera la llegada del Skandi Patagonia, el barco noruego al servicio de los Estados Unidos con elementos de última tecnología.
Esta embarcación, que partió ayer desde Comodoro Rivadavia con 100 “marines” a bordo, está previsto que llegue al área de búsqueda dentro de un día y medio.
El buque, con 92 metros de eslora y un helipuerto en cubierta, lleva un sonar de búsqueda lateral, una campana de salvamento que puede sumergirse hasta los 250 metros en profundidad y un vehículo que opera en forma remota desde la superficie, para inspeccionar el fondo, con posibilidades de trabajar hasta los 1.200 metros.
En tanto, cinco buques oceanográficos peinan el área con sus sondas multihaz para comprobar si el submarino se encuentra apoyado sobre el lecho marino.
Las olas de hasta 8 metros de días anteriores bajaron ayer hasta los 4 metros. La mejoría del clima durará unas 36 horas.
La búsqueda del ARA San Juan se inició el miércoles pasado luego de la última comunicación recibida desde el submarino en la que informaba una avería en sus baterías y que emprendía regreso hacia su base en Mar del Plata, luego de haber partido desde Ushuaia.
El presidente Mauricio Macri estuvo ayer en el edificio Libertad, sede de la Armada, junto con el ministro de Defensa Oscar Aguad, para informarse sobre los avances del operativo en donde se despliegan 49 unidades de la Armada y más de 20 de países como EEUU, Gran Bretaña, España, Francia, Alemania, Noruega, Italia, Brasil, Chile, Uruguay, Perú y Colombia.
Se indicó, además, que se está realizando “un trabajo silencioso con la corbeta Espora desplegada en el lugar y fotografías satelitales provistas por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales que son analizadas por expertos del Ejército Argentino”.
Las Fuerzas Armadas de Argentina cuentan en general con un equipamiento muy anticuado, una situación que muchos expertos consideran una consecuencia del desprestigio que los militares sufrieron en el país tras la sangrienta dictadura que comandaron entre 1976 y 1983.
El ARA San Juan, el más nuevo de los tres submarinos de la flota, fue botado en 1985. Construido en Alemania, tiene un largo de 65 metros y funciona con motores diesel y a electricidad. La nave partió el lunes 13 de noviembre de Ushuaia rumbo a Mar del Plata. La embarcación debía arribar a su base el domingo 19 o el lunes 20.