Sereno y ansioso, vivió los momentos previos a la última etapa el ganador de la carrera. Najar, que se impuso con autoridad en la etapa reina, controló con su equipo todo lo que pasaba en el pelotón.

 

El nuevo monarca de la Vuelta a San Juan recibió el cariño de todo un pueblo que se emocionó el viernes al ver su mítica subida al Colorado y que ayer acudió masivamente para empujarlo con su aliento. “Sinceramente había imaginado mil veces en mente lo que ocurrió hoy en la Avenida de Circunvalación”, explicó con una sonrisa en sus labios el ciclista jujeño de 24 años, que desde hace tres temporadas es ciclista del SEP-San Juan.

El actual campeón argentino de ruta comentó que en la noche previa le había costado dormirse por la ansiedad. “Estaba muy ansioso, se me pasaban por mi cabeza muchos recuerdos y todos los sacrificios que hice para poder estar en un equipo profesional. Tuve la fortuna que el señor José Díaz, me diera un lugar en el equipo del Sindicato y aquí estoy, festejando junto a todo el equipo esta victoria, para la que trabajamos mucho”, afirmó.

Antes de integrarse al SEP, Najar, llegó a San Juan y se alojó durante una temporada en la casa de Ricardo Julio, quien lo recibió por pedido de quien lo formó en el ciclismo, Marcelo Mossano. Por entonces Gonzalo era un entusiasta corredor que se bajoneaba cuando perdía mucho tiempo con respecto al pelotón sanjuanino; confió que lo vivido ayer fue más de lo que se había imaginado. “Hubo momentos en que hubiera querido bajarme y abrazar a cada uno de todos los que me alentaban”, contó.

 

 

A la hora de contar cómo se vivió en su provincia natal, Jujuy, su victoria, el campeón de la Vuelta 2018 explicó que estuvo en contacto permanente con sus familiares. “Estaban todos muy contentos. No se perdieron detalle de la carrera y me dijeron que todos en mi casa vivieron momentos muy lindos. No es para menos: ellos saben que ganar esta carrera era uno de mis grandes sueños en el ciclismo”.