Un sujeto de 37 años caracterizado como alguien con rasgos "sádicos" (goza sexualmente haciendo sufrir a otra persona) por una psicóloga que lo entrevistó, fue condenado a 12 años de cárcel por violar durante 10 años a dos de sus hijas y por manosear e intentar someter a una tercera. La pena se la impuso el juez José Atenágoras Vega (Sala II, Cámara Penal) quien así ratificó el acuerdo de juicio abreviado entre el ahora condenado con su defensora María Noriega, y la fiscal Leticia Ferrón de Rago. El caso había sido denunciado el 17 de febrero de 2018, cuando las niñas rompieron el silencio y le contaron todo a una tía. Con la denuncia se supo que una de las niñas había empezado a ser violada desde que tenía 6 años. Que su hermana fue manoseada desde los 9 y violada desde los 10. Y que una tercera hija, entonces de 14 años, había empezado a ser manoseada y se salvó por poco de ser violada.
Además de los graves ultrajes sexuales, el sujeto mantenía un violento régimen puertas adentro, donde el maltrato verbal y la violencia física eran moneda corriente en el diario vivir de la familia.