Sigue de cerca cada noticia que aparece y no puede evitar que le tiemble la voz al hablar del ARA San Juan, el submarino que perdió contacto con tierra firme el miércoles. Es que fue él quien vio nacer la nave y la comandó desde Alemania a Argentina en 1985. Se trata de Carlos Zavalla, un sanjuanino de 76 años que asegura que “el buque tiene alma”.
Tenía 43 años cuando fue designado para viajar a Alemania, donde construían el submarino y tuvo la suerte de que el ARA recibiera el nombre San Juan, tal como su tierra natal. Allí comenzó a capacitarse con el fin de comandar el buque.
“En ese momento era capitán de fragata y me designaron para ir a controlar la construcción y realizar los cursos para conocer el buque. Yo lo vi nacer, vi hasta cómo pusieron las chapas de su casco y realicé las prácticas en aguas europeas”, contó el sanjuanino.
Luego de esa tarea, él, junto a un grupo de gente experimentada en el área, partió a cargo del submarino desde Alemania el 20 de diciembre de 1984, para arribar a Mar del Plata el 18 de enero de 1985.
“Ahora que lo pienso era bastante joven. Durante el viaje creamos los sistemas de práctica de navegación y nos encargamos de la documentación necesaria. Hubo que aprender a manejar el buque, porque como todos los buques, el ARA San Juan tiene alma”, relató sobre el largo viaje.
Tras la llegada al país, Zavalla estuvo dos años comandando el sumergible, hasta que debió traspasar el mando.
Por todo eso, hoy, al enterarse de la noticia de la desaparición del submarino, el sanjuanino siente una gran angustia. “Es muy difícil estar de este lado, escuchando las noticias, esperando información. Sólo me queda rezar por todos los tripulantes que están a bordo, para que no haya sucedido nada grave”, confió entre sollozos el hombre que prefirió que su rostro no salga en las noticias, para que pueda salir en su lugar la imagen de aquel submarino al que siente como una parte suya.
Pero la historia de Zavalla con las raíces del ARA San Juan no termina aquí: el escudo que identifica al submarino fue creado por este marino de alma y su hermano. Cuando comandaba el submarino ARA San Juan desde Alemania hacia Argentina, Carlos Zavalla tuvo la idea de pedirle a su hermano, Jorge (quien falleció hacer dos años), colaboración para crear el escudo de la nave. Por decisión de ambos, la insignia terminó mostrando en uno de sus campos el rostro de un huarpe cuyo contorno muestra el mapa de San Juan.
“Le dije “Jorge, tenemos que hacer el escudo” y nos pusimos a trabajar en eso. En ese momento, en San Juan se estaba desarrollando el Plan Huarpe y por eso pensamos en el rostro que él dibujo”, contó Zavalla. Y agregó que “después, mi hermano le pidió nada más y nada menos que al historiador sanjuanino Horacio Videla que escribiera la descripción del escudo”. Y relató que en el escrito, Videla afirmó que “estos aborígenes fueron de una moral superior y, por ende, exhortaban a la dotación a actuar de la misma manera”.
Diésel-eléctrico
El ARA San Juan es de propulsión diésel-eléctrica convencional y sistema snorkel, concebido para ataques contra fuerzas de superficie, submarinos, tráfico mercante y operaciones de minado. Hace dos años finalizó su reparación de media vida en astilleros de Buenos Aires, aunque se cree que le falta mantenimiento.