Las enredaderas son de gran atractivo en los jardines, ya que no solo cubren paredes y medianeras, sino que algunas de ellas tienen flores de distintos colores y aromas que te harán enamorar de tu jardín.
Santa Rita
Este tipo de enredadera puede crecer en cualquier tipo de suelo y clima, alcanzando hasta los 12 metros de altura. Sus flores más comunes son de color fucsia violácea, bien vibrante, aunque también puedes encontrar de otros tonos, como el naranja.
La floración de esta enredadera sucede ente la primavera y el verano, y las flores pueden permanecer hasta bien entrado el otoño.
Para tener una Santa Rita en casa es importante elegir un lugar en el que reciba sombra ligera durante el invierno y más luz durante el verano, pero que los rayos no le lleguen de forma directa. Hay que tener en cuenta a la hora de elegir donde colocarla que se hiela con mucha facilidad. Con relación a la poda, solo será necesario realizar una cuando comience la primavera, eliminando solo las ramas estropeadas o viejas.
Jazmín
Es una de las plantas más populares, ya que su intenso aroma encanta a todos. Es una planta perfecta tanto para expertos como para novatos en la jardinería, ya que es sumamente resistente.
La auténtica belleza del jazmín es la floración y para que esto suceda, debe estar expuesta a pleno sol, aunque también es posible tenerla en un lugar donde no reciba luz directa, ya que en este caso no florecerá como esperamos.
Tanto en primavera como en verano, el riego debe ser abundante, cada dos o tres días.
A diferencia de otras enredaderas, el jazmín no se agarra solo a la superficie en la que se apoya, por lo que necesitará ayuda de tutores para su crecimiento. De no hacerlo, tomará la forma de arbusto.
Madreselva
Con ramas flexibles y largas, esta enredadera puede plantarse en otoño para disfrutar de sus hermosas flores durante la primavera, que pueden ser amarillas, blancas o rojas.
Puede estar a pleno sol o a la sobra, pero esta debe ser parcial. Si no recibe suficiente sol, sus hojas serán anormalmente grandes, con largos tramos de tallo y no florecerá. El riego debe ser regular, por lo que se recomienda regarla cada 3 días en verano y cada 4 o 5 días durante el resto del año.
Esta planta es perfecta para cubrir pérgolas, muros e incluso grietas. Si no encuentra crecimiento de manera vertical, lo hará de forma horizontal, como un cubre suelos. Además es resistente al frío y de rápido crecimiento, por lo que su poda debe hacerse en primavera, antes que reanude su crecimiento.
Bignonias
Esta tipo de plantas está conformada por más de 400 especies diferentes, pero es conocida comúnmente como “trompetas” por la forma de sus flores. Se trata de una enredadera de rápido crecimiento, con porte robusto y puede alcanzar hasta los 10 metros de altura.
Lo ideal es plantarla al sol, así sus flores serán mayores y más abundantes, aunque se desarrolla sin problemas en áreas con semi sombra. Si debes tener en cuenta el espacio, ya que tiende a ser una planta de gran tamaño, por lo que una maceta no sería ideal.
Dama de Noche
Esta enredadera es sin duda la más "gauchita" en velocidad de crecimiento, puede llegar hasta los dos metros de alto y su aroma es ser embriagador, sobre todo por las noches de verano, ya que florece durante los meses más cálidos del año.
Es una planta que resiste muy bien los cambios climáticos bruscos. Por este motivo no necesita de condiciones específicas en cuanto a la humedad, aunque si quieres que las flores duren más tiempo, hay que mantener un riego en estaciones frías de dos veces por semana y en estaciones cálidas de tres a cuatro veces por semana.
Glicinas
Si quieres cubrir estructuras altas, las glicinas son una excelente opción, ya que alcanzan una altura de 15 metros aproximadamente. Con los cuidados adecuados, puede vivir muchísimos años antes de marchitarse. Sus flores se pueden disfrutar a principio de la primavera, con colores violeta, malva o azul.
Este tipo de plantas requiere de bastante luz, por lo que su ubicación es importante. Al estar expuesta al sol, su riego debe ser frecuente, más que nada en verano.
Por su gran tamaño, se recomienda la poda en verano, solo de las ramas que estén mal formadas o que sean indeseables, ya que una poda inadecuada podría perjudicar la planta.