El Festival de Teatro Musical se desarrolla hoy y mañana, con diversas actividades de formación, audiciones y dos espectáculos (ver aparte). Y entre los invitados a este primer encuentro organizado por Sonia Belmonte, directora de Acapella, llegará el conocido actor y dramaturgo Emiliano Dionisi, quien brindará dos charlas. Fundador en 2009 de la "Compañía criolla", que tiene más de once producciones en su haber, sus espectáculos se han representado en los teatros más importantes de Buenos Aires, valiéndole distinciones como los premios ACE, Teatro del Mundo, Hugo, Estrella de Mar y un premio Konex en 2021.
En una charla con DIARIO DE CUYO, Dionisi habló del desarrollo del teatro musical en general, se refirió a lo que lo moviliza a la hora de escribir y dio su visión sobre el presente del mundo actoral. La voz de una estrella del género, que tiene una larga trayectoria a sus 37 años.
-¿Qué balance hacés de tu camino artístico hasta ahora?
-Yo desde muy chico me dedico al teatro, lo que supe siempre que iba a querer hacer y seguir encontrando espacios donde aprender cosas es lo que más me gusta ¿no? Que cada proyecto me desafíe a aprender un nuevo lenguaje o a construir un nuevo lenguaje, me parece lo que yo más agradezco de mi trabajo, que nunca me puedo quedar quieto, siempre tengo que estar en constante crecimiento.
– Y personalmente tenés un 2023 colmado de trabajo.
-Este para mí fue un año muy cargado de estrenos, tuve cinco en el año, no sé si es lo que yo hubiese elegido, se fue dando así y lo agradezco mucho y lo vivo con felicidad. El Brote lo estrenamos en febrero y ahora nos vamos a Mendoza, Chile, Rosario y lo acabamos de reestrenar en el Teatro Maipo. Ahora en noviembre, tengo "Este no es un cuento Silvestre", una obra que estrené en el Centro de Experimentación del Teatro Colón, vuelve ahí a hacer funciones hasta diciembre, que tiene bailarines y cantantes y una orquesta. Un espectáculo que me divirtió mucho hacer. Y acabo de estrenar en el Cervantes una obra que escribí y dirigí para el Ballet Folklórico Nacional con coreografía de Gustavo Carrizo, Eduardo Huirazolo y Soledad Mangia. Fue la primera vez que escribí especialmente pensando en movimiento. Fue todo un desafío escribir para el cuerpo y no para la palabra.
-¿Desde dónde te parás en la dramaturgia? ¿Qué temas te interpelan o atraen?
-Sea cual sea el tema, no sé si tengo un tema particular que indague, sino que me parece lo importante utilizar el teatro musical como herramienta expresiva potente. La música, la voz cantada y el movimiento en el escenario es la poetización teatral por excelencia. Entonces entender que esa es su fortaleza y cómo eso puede potenciar lo que ocurre arriba de un escenario me parece que es la carta más poderosa del teatro musical.
Hoy se cree que el teatro musical son solamente esas representaciones de los grandes musicales del mundo en nuestro país y no sólo es eso. Nosotros tenemos una tradición muy fuerte desde Discépolo, Tita Merello… y además recibimos la herencia de la zarzuela española, son muchos años de tradición y eso se traduce obviamente en una expresión propia, en una expresión argentina que creo que hay que como lo hace cualquier forma de arte, hay que seguir indagando en cuál es nuestra voz nacional, nuestra voz argentina, cuáles son las historias y el modo de ser contadas por nuestros artistas y para nuestros espectadores.
-¿Cualquiera puede ser artista de teatro musical?
-Yo creo que el artista es el que tiene algo para contar, una sensibilidad particular para transmitir ciertas emociones el teatro musical si requiere de una formación particular en cuestiones que son muy técnicas, como el canto, como el movimiento pero no creo que sea excluyente. He visto grandes intérpretes de teatro musical que no son excelentes cantantes ni excelentes bailarines, pero son conmovedores al momento de estar arriba de un escenario. Por supuesto apoyo la formación y creo que hay que ir hacia la excelencia, pero en el arte es todo tan amplio que siempre hay espacio para expresiones distintas.
-¿De qué manera abordan el género hoy los jóvenes?
-Cuando hablamos de las generaciones más jóvenes dentro del teatro musical, me parece que tienen de beneficio los espacios de formación y que son muchos más, también muchos más profesionales que imparten clases y sobre todo, el cambio de paradigma de las últimas décadas que tiene que ver con el acceso a la información. Podemos acceder a lo que se está haciendo en el mundo con respecto al teatro y al teatro musical en particular, que es extraordinario y me parece que las generaciones jóvenes corren con ese beneficio para encontrar su propia voz, su propio empuje, es bárbaro.
– ¿Qué te parece que se haga en el interior un festival de teatro musical?
– A este festival yo obviamente lo celebro, me encanta que se haga en el interior, todo lo que pueda hacer de formación y exposición e intercambio me parece espectacular. Creo que los que vamos a dar clase, que venimos de otros lados, también tenemos la oportunidad de encontrar cómo es la voz de los artistas locales, ahí como un lindo diálogo para entender dónde estamos parados, qué estamos haciendo, qué queremos decir, cómo lo hacemos. Me parece que esos espacios de intercambio son los más ricos y seguir ampliando los horizontes de otras expresiones teatrales, nacionales en general.
-¿Cómo analizas la situación de los artistas actualmente?
-Los artistas siempre salimos adelante en general, yo siempre digo que el teatro es un servicio: Así como la gente necesita de los hospitales, necesita de la educación, también necesita su cuota de arte para encontrarse con sus preguntas, con los temas que lo interpelan, con las emociones que hay que remover, con el disfrute que se necesita a partir de un hecho artístico que conmueva por su belleza. Entonces, independientemente de la crisis que podamos pasar en nuestro hermoso país, me parece que los artistas siempre vamos a encontrar la manera para seguir comunicándonos con nuestros espectadores. Creo que es indispensable, que con más o menos recursos o dificultades, el teatro siempre va a estar ahí presente.