Paúl Parada fue quien se preocupó porque era la segunda vez que golpeaba ayer la puerta de la casa de sus vecinos, al mediodía, y no le contestaron. Se conocían de toda la vida y sabía que ya a esa altura del día, algún movimiento en la casa tendría que haber ocurrido pero seguía reinando el silencio.
Entonces decidió acercarse hasta otro vecino, para poder llamar por teléfono a la policía para comunicarles la incertidumbre que tenían por los ocupantes de la vivienda ubicada en Rastreador Calivar 669, Villa Obrera, Chimbas.
Y el máximo temor se hizo realidad cuando personal de la Comisaría 30 ingresó al lugar y encontró muerta a Reina Isabel Castro, de 77 años, presumiblemente por un paro cardiorrespiratorio y en otra habitación, muy debilitado físicamente, a su hermano mayor, Domingo, de 84 años, quien fue trasladado al Hospital Marcial Quiroga.
Reina cuidaba a Domingo, quien no podía valerse por cuenta propia, según el relato del vecindario. “Ella lo hacía caminar, casi siempre en la casa, para que no esté siempre en la cama”, detalló Paúl, quien se quebró cuando evocó el momento de la noticia. “Cuando llegó la policía, ingresó por mi fondo hacia la casa de ellos y cuando salieron y dijeron que ella había fallecido, no lo podía creer”, contó con lágrimas rodando en sus mejillas.
Parada contó que Reina había manifestado mareos anteayer y que acudió por ayuda para levantar un televisor que se había caído al piso. “Fuimos a ayudarla con el aparato y notamos un moretón en la pierna. Le preguntamos si necesitaba algo más y dijo que no, que ya estaba bien”.
Por eso, ayer por la mañana fueron a verla para comprobar cómo estaba y cerca de las 13,30 se encontraron con el deceso que los conmovió.
En tanto, Domingo fue trasladado al hospital para compensarlo ante un aparente estado de desnutrición. “Al menos un par de sobrinas ya están al tanto. Deseo lo mejor para Domingo, que ahora que no está su hermana, ¿quién lo podrá cuidar? Porque solo no puede estar, es que se pierde”, se preguntaba Paúl, que no dudó en agregar que ” a pesar que ellos no tenían mucho trato con los otros vecinos, conmigo siempre fueron muy buenos. Nos conocíamos de toda la vida y últimamente almorzaba con ellos casi todos los días. Eran también como mis hermanos. Por eso, todavía no puedo creer que haya fallecido Reina y ojalá que se recupere Domingo”.