La Fundación OSDE San Juan trae a disertar al Dr. Gustavo F. Carlsson, médico psiquiatra, el próximo 27 de junio. Dará una charla para profesionales de la salud mental, médicos, enfermeros y residentes y otra para padres, docentes y público en general (ver recuadro).
Cada vez se escucha y habla más de las diferentes problemáticas de los adolescentes incluyendo depresión, situaciones de riesgo, cyberbullying, consumo de alcohol y sustancias, entre otras más. Y, cada vez los centros de salud reportan más casos de esta generación con autolesiones, desde las más leves hasta las fatales. ¿Cómo no pensar que entre las familias se pueden disparar los peores fantasmas? De este modo, el Dr. Carlsson dio una entrevista exclusiva para entender el abordaje de una problemática que hoy se convierte en prioridad y que no muchos quedan exentos.
1 – ¿Cómo son los vínculos y el contexto en que viven los adolescentes hoy?
El foco está en cómo son los vínculos, y el contexto en el hoy, que les toca atravesar esa etapa crucial de la vida. Es indudable que tanto el contexto como los vínculos cambiaron con las tecnologías, porque lo que hicieron, en definitiva, fue cambiar su modo de relacionarse con el mundo. Su modo de conocer, de entretenerse, de establecer su escala de valores y de mostrarse especialmente. Y, de ahí muchos de los nuevos riesgos a los que exponen en la actualidad.
2 – Las emociones en esta etapa, ¿qué importancia tienen?
La misma importancia que tuvieron siempre. ¿O acaso lo desafiante, lo desestabilizante, o lo disruptivo de un adolescente no existió siempre?
Cambió la sociedad, cambiaron los factores que disparan los temores familiares. Nuevamente hay que decirlo: cambió el contexto, hoy estamos en un mundo donde todo se visibiliza mucho más. La problemática adolescente también. De ahí a que los adultos (padres, docentes, médicos) tengamos en estos tiempos una mirada más atenta hacia ellos. La tecnología, a partir de la cual ellos construyen su vida cotidiana, los hace más vulnerables.
La adolescencia es la etapa de la vida donde empiezan a aparecer las primeras señales de alteraciones de comportamiento, y esas alteraciones pueden esconder una patología psiquiátrica más allá de lo que a veces parecen simples expresiones de desafío.
3 – ¿Qué pasa cuando detectamos algo que no está bien?
Es importante no tenerle miedo al diagnóstico; eso también fue cambiando y, en este caso afortunadamente. Hasta hace algún tiempo, recurrir a un psiquiatra era estigmatizante, muchas familias preferían negar un síntoma y atribuirlo a un simple capricho del chico. Hoy, por esta visibilización de la que hablaba, se hace más evidente que en algunos comportamientos adolescentes hay señales claras para atender con otra perspectiva.
4 – ¿Cuáles son las situaciones de riesgo? ¿Qué deben tener en cuenta los padres?
Hay patologías que una vez identificadas pueden ser abordadas con éxito a través de la medicación y la psicoterapia, sin obviar lo fundamental de la participación de la familia en el tratamiento. El riesgo puede residir, precisamente, en no identificar esas patologías, en no advertir algunas conductas o, en advertirlas pero no atenderlas. Casi siempre hay señales, pero no se puede generalizar asegurando que todos los padres están o no preparados para advertirlas. Como dije antes, depende del contexto, de las bases familiares, de cuán funcional o disfuncional sea la familia, y de la "red", que no siempre existe, aunque exista la familia. Es importante entender que la red familiar implica algo mucho más dinámico, profundo y comprometido que los simples vínculos sanguíneos.
5 – ¿Qué factores son disparadores?
No todos los chicos que sufren trastornos alimentarios, que se aíslan, que se deprimen, que se autolesionan, o que consumen sustancias tienen que tener sí o sí una patología de base. Por eso, es fundamental la consulta apenas aparecen esas primeras señales de las que hablamos antes.
Puede existir esa patología, pero también a veces, puede tratarse de reacciones ante un disparador. Igualmente es cierto que no todos los adolescentes (tampoco todos los adultos) reaccionan igual frente a un mismo estímulo negativo. Por ejemplo, un chico puede ser víctima de bullying y tener herramientas para pedir ayuda. Pero puede haber otro más vulnerable que ante el mismo ataque, no encuentre la manera de protegerse de la situación y mucho menos de defenderse de su agresor. De la misma forma que no cualquiera es adicto. El consumo de alcohol y drogas es un problema serio entre los jóvenes, pero no todos los chicos que prueban sustancias se vuelven adictos, así como tampoco todos los jóvenes que se autolesionan, atentarán letalmente contra sus vidas. Algunos sí lo harán; de hecho, el suicidio tiene una alta incidencia en la población joven. De esto hay que hablar. Hoy es un tema silenciado o mal abordado desde los medios de comunicación, especialmente cuando ocurre un caso y ocupa los títulos de los diarios o espacios en los noticieros. Pero se habla del hecho consumado como noticia, y poco se habla de la prevención. Las señales de alerta pueden ser las mismas o parecidas, pero detrás de cada caso hay un diagnóstico y una acción médica diferente.
6 – ¿Se puede decir que algunas conductas son hereditarias
Si las conductas de riesgo son exponentes de una patología de base más que una simple reacción, entonces sí podemos hablar del factor genético. Cuando se trata de un adolescente con cuadros depresivos o con rasgos de trastorno de personalidad, por ejemplo, hay que indagar en los antecedentes familiares, además de buscar cómo funciona esa "red" que mencionaba antes. Acá hay un claro ejemplo de cómo puede influir lo genético o, por el contrario, lo adquirido.
7 – ¿Se trabaja en la prevención?
Si bien progresivamente hay más información a través de los medios y redes, muchos temas como los trastornos mentales o el suicidio siguen siendo silenciados por considerárselos estigmatizantes. De allí, que todavía estamos lejos en este campo de hacer una adecuada prevención primaria.
8 – ¿Cuándo es el momento de la consulta médica?
Una de las claves en prevención en hacer una consulta, es siempre que haya alguna manifestación no habitual en la persona. Hay que tener en cuenta que, en el caso particular de los adolescentes, quienes pueden tener más información acerca de dichas señales serán pares o docentes.
9 – Frente a una problemática, la familia queda involucrada, ¿qué medidas hay que prever?
Incluir siempre a todos los integrantes de ese grupo familiar, pero no sólo a quienes resultan parte del conflicto, sino también convocar a parientes o amistades, quienes puedan resultar más eficientes para ayudar a esa familia en crisis.
10 – ¿El colegio o institución colabora a la hora de sanar?
Muchas de estas situaciones a las que nos referimos tienen a los colegios como escenario: desde los trastornos alimentarios, la violencia, el consumo de sustancias y las autolesiones. Es un lugar clave para el abordaje. Y, no sólo frente a los chicos involucrados en estas problemáticas, sino también frente a los demás, en lo que hace a la prevención. Pero la palabra "sanar", muestra un poco la falaz dicotomía que se juega en la sociedad: pensar en la sanación como única opción a la patología. El éxito de un buen tratamiento no siempre reside en "la cura" sino en las chances de llevar adelante una vida sin mayores trastornos o impedimentos. Hay patologías que pueden no curarse, pero no por ello impiden lo que comúnmente llamamos "una vida normal de un adolescente". Por el contrario, pensar en la cura o sanación como meta a alcanzar, puede frustrar y desalentar o llevar al abandono del tratamiento bajo la creencia de que ya no es más necesario.
11 – Frente a una crisis, ¿cómo se resuelve?
Como establece el ideograma chino de crisis: "es peligro, pero a la vez oportunidad". Esa crisis nos está mostrando que la situación supera los recursos de resolución de problemas utilizados hasta el momento por el joven o su familia. Es clave incluir a la red, no sólo familiar sino también social (pares, compañeros de colegio o trabajo, figuras significativas como entrenadores, líderes religiosos, etc.) Lo que intentamos es reforzar los aspectos resilientes y las fortalezas y por supuesto encontrar nuevas opciones para no sólo para terminar con la crisis sino también para recomponer vínculos o tratar los trastornos existentes.
Si bien existen protocolos de enfoque de las distintas situaciones disfuncionales o patológicas, se debe diseñar de forma individual para cada situación en particular. Es importante hacer hincapié en la inclusión de la familia. Modificar el contexto es fundamental para el abordaje de cualquier tipo de crisis.
12 – ¿Es posible entender cómo llega una persona a suicidarse?
Generalmente, cuando alguien se suicida, su acto suele ser visto como sorpresivo e incomprensible, porque se trata es una de las circunstancias más dramáticas que pueden experimentar una persona y su entorno.
No hay una sola causa: el suicidio depende de muchos factores (genéticos, biológicos, sociales, existenciales, sociales) y puede estar agravado por depresión, consumo de sustancias, maltrato físico o abuso sexual, disfunción familiar. Nadie se suicida "por una sola razón", deben combinarse una serie de elementos para que se llegue a esa decisión. Y, en "la decisión" está la clave: la persona percibe que el problema a resolver no tiene salida. Las personas que piensan en suicidarse utilizan una lógica particular: "están apresadas por un estilo de pensamiento que las lleva inexorablemente a la conclusión de que la muerte es la única solución a sus problemas". El suicidio no se comete al azar; no existe un suicidio sin propósito, sino que es la idea de que así se escapa del problema, de una crisis o de una situación intolerable. Para la persona, la muerte parece ser la única respuesta posible al interrogante: "¿Cómo salgo de esto?". En vez de buscar una variedad de alternativas a sus problemas, las personas suicidas piensan en sólo dos posibilidades: una solución total o la muerte. Sólo pueden ver en términos de todo o nada, blanco o negro, porque la desesperación y el dolor les impiden considerar otras opciones. El suicidio es un acto desesperado de alguien que se encuentra profundamente alterado emocionalmente y sufriendo un dolor psicológico que llega a los límites de lo que puede tolerar. Este dolor lo lleva a un estado en que considera a su aniquilación como la única alternativa a seguir viviendo con un sufrimiento insoportable.
13 – ¿Cómo es un buen psiquiatra?
Un psiquiatra, antes que nada, es un médico, formado en una especialidad que, a diferencia de lo que mucha gente cree erróneamente, no se dedica únicamente a tratar "locos" o a dar medicación. Los fármacos son una herramienta. Pero no la única, como tampoco es la única herramienta la internación. Un buen psiquiatra establecerá un vínculo empático con el paciente y buscará involucrar a la red familiar, integrando los nuevos conocimientos en neurociencias con los avances en técnicas psicoterapéuticas centradas en la resolución de problemas.
14 – ¿Es riesgoso hablar del suicidio en sociedad?
Es urgente que los conocimientos que tenemos sean difundidos en la población general para terminar con nociones erróneas que dificultan un pronto tratamiento. Quienes rodean al potencial suicida pueden llegar a reconocer precozmente las características que se han reseñado y consultar con un especialista, aunque el paciente se resista a hacerlo. La adolescencia es la etapa donde empiezan a vislumbrarse signos y síntomas, señales de alerta respecto del inicio, muchas veces subclínico de trastornos psicológicos o psiquiátricos, que de no ser atendidos, pueden llevar al desencadenamiento de consecuencias graves como las autoinjurias y autoagresiones o irreversibles, como el suicidio.
Debe entenderse que muchas de las señales inespecíficas deberán contextuarse en la situación social y familiar del adolescente, como también relacionarse con la historia personal. De todos modos, será importante no soslayarlos y procurar ayuda de agentes de salud.
15 – ¿Qué cifras hay de suicidios y otras patologías psicológicas o psiquiátricas?
Lamentablemente las tasas de autoinjurias y suicidio en adolescentes han aumentado progresivamente en los últimos años. El suicidio es la segunda causa de muerte en la población entre 14 y 34 años de edad. Es además, la primera causa de muerte por lesiones en todos los grupos etarios. Se calcula que el 50% de los jóvenes ha tenido ideas suicidas en algún momento y, que el 9% ha realizado alguna conducta autoagresiva como cortes o sobredosis de fármacos o sustancias. Sin embargo, sólo el 30% consultó en un servicio de emergencias o salud, teniendo la disponibilidad de ellos. Esto habla a las claras del silenciamiento de estas conductas de riesgo, ya sea por falta de información, o por esta idea de la estigmatización.
Por otra parte, también la prevalencia de consumo de sustancias y en particular de alcohol, es altísima en la población joven. Los números de la última encuesta del Sedronar (2017) entre niños y adolescentes argentinos, son contundentes y alarmantes: 1 de cada 2 contestó que en el último mes había consumido alcohol o drogas de modo abusivo. Ese mismo análisis reveló que en un año aparecieron 2.300.000 nuevos consumidores de alcohol y 320.000 de esos consumidores fueron adolescentes y preadolescentes.
SEÑALES DE ALERTA
Aislamiento social y ensimismamiento
Insomnio o exceso de sueño
Fallas académicas o laborales
Abuso de alcohol o drogas
Cambios bruscos en el ánimo
Episodios de ansiedad o ira
Trastornos alimentarios
Baja autoestima
Desesperanza
SEÑALES DE ALARMA
Búsqueda de información sobre formas de suicidio
Adquisición de armas
Acumulación de medicamentos
No encontrar sentido a la vida
Expresar ideas de no querer vivir o de morir
Autolesiones (cortes, quemaduras con cigarrillos)
SÍNTOMAS DE DEPRESIÓN EN ADOLESCENTES
* Tristeza y angustia
* Cambios bruscos en el ánimo
* Sensación de vacío
* Desesperanza
* Enojo, irritación o frustración
* Dificultad para disfrutar
* Aislarse de las amistades
* Cambios de peso: perder o aumentar de peso
* Cambios en el sueño: problemas para quedar o permanecer dormido, o dormir mucho más de lo normal
* Sentirse inquieto o tener problemas para permanecer sentado
* Cansancio y falta de energía
* Sentirse sin valor o muy culpable
* Tener problemas para concentrarse, recordar información o tomar decisiones
* Comenzar a usar o abusar de alcohol o drogas
* Pensar en la muerte o suicidio
CIFRAS QUE ALARMAN
Ansiedad y depresión:
25% sufre trastornos de ansiedad
15% sufrió un episodio depresivo mayor
Sólo el 20 % recibió tratamiento
Disertaciones del Dr. Gustavo F. Carlsson
Tema: Manejo estratégico de las emergencias psiquiátricas en situaciones clínicas de alto riesgo y conductas suicidas. Pautas para detectarlas y estrategias para resolverlas.
Día: jueves 27 de junio
Lugar y hora: Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson. De 8:30 a 10:30
Está dirigido: profesionales de la salud mental, médicos, enfermeros y residentes.
Entrada: Gratuita con inscripción. Aún hay cupos.
Inscripciones: https://www.eventbrite.com.ar / Email: maria .delavega@osde.com.ar
Emociones y Salud mental en adolescentes
Tema: Qué tenemos que saber y qué podemos hacer para prevenir situaciones críticas como familiares y docentes.
Lugar y hora: Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson. Hora: 18.
Destinatarios: Padres, docentes y comunidad en general
Entrada: Gratuita con inscripción. No hay más cupos.
Inscripciones: (lista de espera en): https://www.eventbrite.com .ar / Email: maria.delavega@osde.com.ar
Charla en Departamentos Alejados
Villa Iglesia
Día y hora: Viernes 28 de junio. A las 11.
Lugar: Bachillerato Columna Cabot. Calle principal s/n Villa Iglesia. Departamento Iglesia.
Entrada: Libre y Gratuita. Confirmar asistencia en Centro de Atención Personalizada en Jáchal. Calle Sarmiento 92. Tel: (02647) 420447. Email: monica.Balmaceda@osde.com.ar
Jáchal
Lugar: Escuela EPET N° 1 de Jáchal. Dirección Agustín Gómez entre General Paz y Santiago Funes.
Día y hora: Viernes 28 de junio. A las 18.
Entrada: Libre y Gratuita. Confirmar asistencia en Centro de Atención Personalizada en Jáchal. Calle Sarmiento 92. Tel: (02647) 420447. Email: monica.Balmaceda@osde.com.ar.
Dr. Gustavo Federico Carlsson
Médico Psiquiatra Universitario (UBA) (1984)
Jefe de Psiquiatría del Centro Privado de Psicoterapias
Miembro Titular de la Asociación Argentina de Psiquiatras (APSA)
Fundador y Presidente Honorario del Capítulo de Emergencias Psiquiátricas (APSA)
Cofundador de la Fundación de Bipolares Argentinos (FUBIPA)
Profesor Titular de Manuales de Clasificación Diagnóstica y Psicofarmacología Universidad del Museo Social Argentino (UMSA)
American Psychiatric Association International Fellow