
A veces llega despacito, como tanteando la tierra, midiendo sus pasos. Otras veces lo hace con gran espectacularidad con fuertes ráfagas que elevan la temperatura, voltean árboles y vuelan cualquier cosa, liviana o no tanto, que encuentre a su paso.
Cuando llega el Zonda corremos a cerrar ventanas y puertas, regamos un poco el patio de tierra y si podemos nos quedamos adentro, tratando de evitar los malestares que produce a nivel salud ya que al ser un viento muy fuerte y seco sus fuertes ráfagas levantan mucho polvo, produciendo afecciones en los ojos y vías respiratorias. Y aunque estemos acostumbrados, su llegada provoca síntomas de languidez, dolor de cabeza, depresión y falta de coordinación. Estos daños se deben a la sequedad atmosférica que genera, la brusca elevación de la temperatura y los efectos destructivos de su fuerza. Todos estamos en alerta mientras dura el viento al ser conscientes de las altas probabilidades de que produzca focos de incendios. Su duración puede ser de varios días y las mayores frecuencias de ocurrencia de este, nuestro viento, corresponden a los meses en que los frutales, la vid y los olivos florecen. Pero aunque el Zonda nos ahoga es bienvenido en la región de Cuyo, ya que provoca nevadas en la cordillera que nos posibilitará disponer de agua durante el verano.
- La leyenda del viento
Según la leyenda contada en el libro "Cuentos y leyendas populares de la Argentina" este es el origen del viento zonda:
"Huampi era un joven huarpe fuerte y ágil que jamás erraba un disparo con su arco. Llevado por su vanidad, subía las montañas matando todos los animales a su paso sólo por diversión. Por eso en los montes, valles y llanos que recorría, tanto caían guanacos, vicuñas y pumas, como los cóndores, los suris y toda clase de aves.
Esto irritaba a Yastay, divinidad protectora de los animales de las montañas, quien apareció ante él y le dijo que la Pachamama no toleraba más sus actos -¿Piensas, indio soberbio, que ha creado los animales para que tú los mates? Sigue matando y llegará el momento en que te faltará su carne para comer, su leche para beber y sus pieles para cubrirte. Si no dejas vicuñas ni guanacos, ¿dónde encontrarás lana suave y sedosa para tejer tus mantas? Si no dejas llamas, ¿qué animal llevará las cargas a lugares lejanos? ¡Mata las aves y no tendrás plumas para adornarte! Eres ambicioso, egoísta y desagradecido porque no sabes apreciar ni respetar los bienes que te da la Madre Tierra. ¡Para con esta actitud o el castigo de la Pachamama será severo!
Yastay desapareció envuelto en su luz y Huampi creyó despertar de una pesadilla. Estaba paralizado de miedo. Intentó dominarse, aunque los amargos reproches y la amenaza de castigo lo atormentaban duramente.
Pero a Huampi le duró poco el susto y al tiempo volvió a sus andanzas. Pachamama se le apareció entonces dejando suspendida en el aire su flecha. Dijo que por no cumplir con su palabra recibiría su castigo. Entonces, un gran remolino lo alzó por los aires y un viento caliente comenzó a alejarlo del lugar arrastrando todo sobre la tierra. Desde entonces, se dice, sopla el viento Zonda cuando alguien desobedece a la Pachamama. Es Huampi, que fue condenado a vagar sin tiempo por todos los rincones de la cordillera de los Andes convertido en lamento. Desde entonces sopla el viento Zonda por los valles andinos con voz casi humana".
Por Silvina Atencio
Escritora
