El vino blanco está de moda. En los asados y otras comidas, como aperitivo, con el postre o como bebida refrescante, el blanco ha encontrado su sitio. Cada vez son más los que cambian la cerveza por el vino, con el blanco como protagonista. La mujer es su principal consumidora. 

 

Los últimos datos oficiales del Instituto Nacional de Vitivinicultura indican que el 25% del consumo del vino es blanco, es decir que de cuatro litros uno es blanco y tres son tintos. Un mercado nada despreciable si se tiene en cuenta que representan 235 millones de litros. Nadie discute la calidad de los vinos tintos, pero hay que potenciar el vino blanco por ser una alternativa de consumo, sobre todo en el verano, ante la oferta de otras bebidas en especial la cerveza.

Analizando este panorama, el Gobierno de Uñac a través del Ministerio de Producción que conduce Andrés Díaz Cano, decidió promocionar junto a las bodegas, los vinos blancos sanjuaninos en la próxima Fiesta Nacional del Sol, precisamente el miércoles 21 de febrero donde el público podrá apreciar las bondades de los diferentes estilos, conocer variedades, marcas y nuevas bodegas. El programa de promoción se ha denominado “VinSol” y pretende ser un ícono de los vinos blancos que potencie el consumo, y que acompañe al principal exponente de promoción argentino: el Malbec.

 En mercado interno del consumo del vino en la Argentina es uno de los 10 más importantes del mundo y mueve más de 850 millones de litros por año.

Hoy estamos por debajo de los 20 litros per cápita cuando en el 2000 estábamos en 33 litros y si nos vamos más atrás muy lejos de los 90 litros de hacen 40 años. Pero este fenómeno es mundial. El cambio de vida y por ende de preferencias de bebidas, dejó a un costado al vino y le dio paso a un fuerte competidor mucho más sencillo y con gran llegada al público joven: la cerveza.

No existe un consumidor exclusivo de vino y otro de cerveza. La globalización hizo su trabajo. El que siempre tomó vino hoy, seducido por la moda y publicidad, también toma cerveza. Pero creo que en menor medida el “cervecero” se inclina por el vino. Y habría que preguntarse el por qué.

El vino blanco vive su mejor momento. Su consumo está en crecimiento constante, especialmente entre los jóvenes. Está de moda y en diferentes contextos. El calor del verano invita a tomar una bebida más fresca, sobre todo al medio día. En una reunión social, muy pocos se animan a arrancar con un tinto cuando hay oferta de blancos, rosados y espumantes. Eso se ve. Ya es una realidad. Si queremos competir con la cerveza, el vino blanco es una de las mejores opciones.

En los 70 tuvimos una gran publicidad, que si bien era de una marca, posicionaba bien a la provincia: “Resero, blanco sanjuanino, el vino que hizo famoso a San Juan”. Si bien los tiempos han cambiado, hoy debemos volver a potenciar nuestros blancos. El empleo de la nueva tecnología y nuevas variedades blancas como el Viognier, Sauvignon Blanc, Chardonnay, Pinot Gris, Chenin y Ugni Blanc, entregan vinos blancos secos, frutados, dulces, espumantes y gasificados con gran calidad y precio. No debemos dejar de lado a la vieja Moscatel y el colonial Torrontés que conforman una oferta variada para un consumidor cada vez más exigente. No me canso de señalar un gran vino blanco Ugni Blanc-Chenin de una prestigiosa bodega familiar de San Juan a un precio sorprendente. También del Viognier exquisito que se da en Pozo de Los Algarrobos, Caucete. Y la gente los elige cada vez más.

Soy un enamorado del vino blanco. Y una de las principales razones es el intenso calor del verano. Qué hay fresco que no sea una cerveza: un vino blanco. Puro, con soda o con hielo. Como sea, la gente busca una bebida refrescante. Y aquí las bodegas deben dar pelea para ganar consumidores con perfil cervecero.

Estudios en España señalan que del 100% de las personas que eligen el vino blanco, el 88 % toman además cerveza, 83% vino tinto, 53 % vinos espumantes, 38 % vino rosado y 27 % vinos dulces. La misma encuesta revela que los que toman vino tinto pero nunca blanco, prefieren en porcentajes mucho más bajos a la cerveza y espumantes. Un claro ejemplo de perfiles distintos de consumidores de vino.

Los millennials tienen la palabra: son los que van a determinar las tendencias de consumo futuras y el mercado sabe que tiene que acercarse a ellos para convertirles en potenciales consumidores. Al igual que ocurre en otros sectores, este mercado joven está marcado por la novedad y la inmediatez. Estamos en la era de las redes sociales y el vino no se puede quedar fuera, por eso ya han surgido aplicaciones móviles con información útil y en las que tampoco falta la opinión de otros usuarios para estar al día en torno al mundo vinícola.

 

Los varietales blancos más conocidos

 

 

 

Entre las uvas blancas más conocidas por el consumidor se destacan el Chardonnay, Sauvigñon Blanc, Torrontés, Viognier y Pinot Gris o Grigio. Se destacan también el Chenín, el Ugni Blanc y por supuesto el Moscatel, variedad a rescatar.

El Viognier, cada vez más conocido. Originario del Rodano, Francia. En San Juan ha encontrado un nicho importante. Genera un vino joven, frutado con aromas que recuerdan a durazno y damascos. El Viognier sanjuanino es un emblema con enorme potencial en Pozo de los Algarrobos, Caucete. La superficie cultivada aumenta en Francia, en California y en Australia.

El Torrontés es un tradicional cepaje del norte argentino. Planta vigorosa, productiva y de maduración temprana. Vinos de aromas intensos.. Para beber jóvenes en el año, ya que se oxidan con facilidad.

El estilo antiguo daba un vino muy aromático y empalagoso. Hoy las bodegas modernas lo hacen aromático, fresco, acidez equilibrada, persistente y también como espumantes frisantes y encabezando moscatos.

Los grandes SB del mundo se caracterizan por su frescura, combinan la acidez de los cítricos (lima, pomelo) con aromas de otras variedades.

El Sauvignon Blanc es un vino refrescante como la vegetación. Sauvignon “salvaje, silvestre”. Particularmente sensible al momento de cosecha, es una variedad exigente para el enólogo. Poco madura resulta verde, vegetal, áspera y sin aroma. Muy madura pierde su frescura e intensidad. Los mejores provienen de regiones frías como Pedernal, Zonda Alto y Valle de Calingasta.

El Chardonnay es una variedad sumamente plástica. Se cultiva en todo el planeta y produce varios estilos de vinos: Secos jóvenes con o sin madera,dulces y espumantes. Es fácil de elaborar ya que se acomoda fácilmente a todo tipo de técnicas enológicas.

El Chenin da lugar a una amplia gama de estilos, desde secos hasta dulces. Además una gran producción de espumantes. La gran difusión mundial se debe a su acidez natural, apreciada sobre todo de climas cálidos.

El Pinot Gris es una uva rosada. Es otro gran exponente interesante de San Juan.