Hay candidatos con muchísima experiencia -uno ya fue presidente y otro se postula al cargo por tercera vez- y hay una novata que ni siquiera estaba en la política hace un año. También hay gran disparidad de edades: tres contendientes tienen 40 y tantos años, y otros tres superan los 60.
Y hay todo tipo de profesiones: dos periodistas, un director televisivo, un docente y uno de los empresarios más ricos del país. Todos ellos tienen en común que quieren suceder a Michelle Bachelet y gobernar Chile de 2018 a 2022.
Quiénes son
Sebastián Piñera (Chile Vamos)
El expresidente Sebastián Piñera, antecesor de Bachelet, es el favorito según las encuestas. Al mando de una nueva coalición de derecha el exempresario, el más veterano de los candidatos con 67 años, ganó las internas para volver al cargo que dejó en 2014 con un 50% de aprobación, según la consultora Adimark.
Piñera -la tercera persona más rica de Chile, según la revista Forbes- ha prometido separar la política de los negocios y ha sido el crítico más vocal de los escándalos de corrupción que sacudieron al actual gobierno.
No obstante, sus adversarios resaltan que el candidato también fue salpicado por los llamados casos Penta y SQM, entre otros, y lo acusan de defender a sus exministros imputados en estas causas. El exmandatario también ha sido criticado por realizar comentarios machistas.
Para este segundo período presidencial Piñera promete mejorar la seguridad ciudadana, la salud, la educación, el transporte y “mejorar la calidad de vida”.
Alejandro Guillier (Nueva Mayoría)
El famoso sociólogo, periodista y expresentador de televisión ingresó a la política hace sólo cuatro años, como senador independiente por Antofagasta, tras tres décadas de exitosa carrera en los medios de comunicación chilenos.
Guillier, de 64 años, venció en las internas del Partido Socialista al expresidente Ricardo Lagos y es el candidato de la coalición oficialista de centroizquierda. Los sondeos lo muestran como el segundo favorito, detrás de Piñera, y cuenta con el apoyo de muchos chilenos desencantados con los políticos tradicionales.
Sin embargo, Guillier también genera desconfianza, incluso dentro de Nueva Mayoría, donde muchos hubieran preferido tener como candidato a algún referente histórico de la centroizquierda.
El aspirante a la presidencia también fue muy criticado por llamar a no votar en las primarias, en las que el oficialismo no participó. Si gana propone reformar la salud, el sistema privado de pensiones y profundizar la reforma educativa iniciada por Bachelet.
Beatriz Sánchez (Frente Amplio)
Sánchez, al igual que Guillier, también es periodista y es una de las dos mujeres que aspiran a reemplazar a Bachelet. Representa a una coalición de izquierda lanzada oficialmente en enero de 2017 con el respaldo de exlíderes estudiantiles, que tiene la intención de renovar la política y superar la histórica dicotomía entre las dos principales fuerzas políticas del país.
La periodista especializada en política, de 46 años, es conocida por su trabajo en radio y se apartó de su programa cuando fue convocada por el Frente Amplio. Ganó sus primarias en julio por amplia mayoría.
“La Bea” -como se refiere a sí misma- se declara feminista y en 2014 escribió el libro “Poderosas” sobre ocho mujeres chilenas en posiciones de poder, entre ellas Bachelet.
La candidata -tercera según los sondeos- propone modernizar y descentralizar el Estado, nacionalizar las empresas y mejorar la educación y los derechos humanos. Sus adversarios cuestionan su falta de experiencia política.
En tanto, ha recibido críticas desde las propias filas del Frente Amplio por haber llamado “dictador” a Fidel Castro, por cuestionar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y por haber dicho que el gobierno de Salvador Allende fue “totalitario”, expresión que luego rectificó.
José Antonio Kast (independiente)
Hijo de inmigrantes alemanes, Kast, de 51 años, es diputado y fue secretario general de la Unión Demócrata Independiente (UDI), un partido de derecha al que renunció en 2016, después de 20 años de militancia.
Abogado de profesión, se presenta a estos comicios como candidato independiente. Tiene una larga trayectoria en la Cámara Baja del Congreso, donde se desempeña como legislador desde 2002.
Católico ferviente, padre de nueve hijos, es considerado el candidato de la “derecha dura” y defiende los “valores cristianos”: se opone al aborto y al matrimonio homosexual y reivindica al pinochetismo. En su programa de campaña promete “reconstruir el país”, volviendo a generar confianza en las instituciones y en la política.
Carolina Goic (Partido Demócrata Cristiano)
Goic, de 44 años, es la otra candidata del oficialismo. La senadora es presidenta del Partido Demócrata Cristiano -también conocido como Democracia Cristiana (DC)- que forma parte de la coalición gobernante. El histórico partido es el que tiene mayor representación en el Congreso y el mayor número de alcaldes dentro de Nueva Mayoría.
Goic es legisladora desde 2005 y se formó como asistente social y economista. En 2016, durante el funeral del expresidente Patricio Aylwin, pronunció un discurso considerado crítico hacia Bachelet, en el que pidió perdón a la ciudadanía en nombre de los políticos por los actos de corrupción.
La candidata se ha presentado como una alternativa diferente de la centroizquierda, pero sus críticos sostienen que su partido avaló las decisiones del actual gobierno.
Marco Enríquez-Ominami (Partido Progresista)
“MEO”, como lo conocen muchos, saltó a las grandes ligas de la política en 2009 cuando renunció al Partido Socialista -al que representaba como diputado- para presentarse como candidato presidencial independiente. Salió tercero.
Un año después fundó el Partido Progresista, con el cual volvió a lanzarse por la presidencia en 2013, otra vez obteniendo el tercer puesto.
Hijo del asesinado fundador del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Miguel Enríquez, el candidato también es un reconocido director televisivo y conductor radial.
Con 44 años, siempre ha buscado posicionarse como una alternativa al bipartidismo histórico chileno, con propuestas que incluyen reformar el sistema previsional, dar más derechos a las minorías y convocar a un plebiscito para cambiar la Constitución.
Alejandro Navarro (País)
Navarro, de 58 años, es un senador de izquierda. Militó durante 26 años con el Partido Socialista (PS) al que representó como diputado (1994-2006) y luego en la Cámara Alta, hasta que renunció al PS para formar en 2009 el Movimiento Amplio Social (MAS), el primer partido de izquierda inscrito en Chile desde el derrocamiento de Salvador Allende en 1973.
Como representante del MAS -parte de Nueva Mayoría- fue reelegido en el cargo hasta 2022. Sin embargo renunció a esa fuerza en 2016 tras ser censurado por publicar en Twitter una lista de los aportes reservados que recibieron algunos parlamentarios.
Fundó un nuevo partido de izquierda, País, al que representa en estas elecciones.
Eduardo Artés (Unión Patriótica)
Es el más desconocido de los aspirantes a La Moneda. Artés es el candidato de la “ultra izquierda”. Es secretario general del Partido Comunista Chileno Acción Proletaria (PC(AP)), una agrupación marxista-leninista a la que representó como precandidato presidencial en 2009.
El PC (AP) es crítico del “revisionismo” que adoptó la izquierda tradicional. No obstante, en la actualidad esta fuerza no está inscripta legalmente como partido político.
Artés se postula por la Unión Patriótica (UPA), que fundó en 2015 y que propone defender los “intereses nacionales por sobre los intereses de empresas trasnacionales o potencias extranjeras”.
Docente de 65 años y simpatizante del venezolano Nicolás Maduro y del régimen norcoreano, logró juntar 34.000 firmas para inscribirse como candidato.