Por Gustavo Kuffner

 

 "Elijo creer y entiendo que quizás faltan razones para apostar por esta Selección, no sólo en el partido que viene sino a lo largo de esta Copa del Mundo, por antecedentes previos y por carencias a lo largo de los últimos años. Pero considero que a esta generación dorada le ha faltado coronar con un título todo lo bueno que hizo, dentro de un contexto donde el que pierde es algo desechable. En una sociedad donde ganar lo es todo y perder es el final.

No es poca cosa ser subcampeón mundial en "Brasil 2014′, más aún superando en el nivel de juego a tu rival como ocurrió con Alemania y dónde se perdió más que nada por la falta de eficacia de nuestros futbolistas. Ni tampoco es algo menor perder dos finales del máximo torneo continental, en ambos casos mediante la definición por penales.

Elijo creer por tener a Messi, el mejor del planeta en la actualidad por amplio margen, que se puede, más aún con futbolistas destacados en las mejores ligas del mundo, porque en algún momento deberán aparecer en su real dimensión. Y si bien hoy por ahí no tienen el mejor presente, la calidad y jerarquía de la mayoría de ellos los hacen indispensables para alimentar nuestra ilusión.

Entiendo que esta generación, como en los últimos partidos de las Eliminatorias, se jugará una auténtica final ante Croacia. Ganarlo lo dejará al plantel a un paso de los octavos de final y con un envión anímico que se deberá aprovechar al máximo. En cambio si el resultado es una derrota, seguramente será una misión imposible revertir la situación. Hay que tener confianza en lo trabajado por el entrenador, más allá que en las últimas prácticas marcó cierto desconcierto con sus decisiones".