El plan era otro. En el comienzo de las restricciones por la pandemia, en marzo de 2020, la familia comenzó a frecuentar la finca de un abuelo de las nenas en Angaco. Y tanta fue la fascinación del contacto con el aire libre y la naturaleza, que pronto decidieron mudarse. Que el dueño de casa tuviera varios caballos fue otro atractivo clave para tomar esa decisión. Aquella vez, la mamá de las nenas decidió contratar a un hombre para que amansara a un potrillo chúcaro y, de paso, les enseñara a cabalgar a sus niñas (incluidas dos que tenían 13 y 11 años). Pero esa decisión significaría también abrirle paso a una de sus peores pesadillas. Porque al ganarse la confianza de sus empleadores, ese sujeto comenzó a quedarse los fines de semana y a lo largo de casi 2 años cometió los peores ataques sexuales contra las hermanas: a la mayor la sedujo hasta que pudo someterla sexualmente, tomándola prácticamente como su mujer durante 1 año y 1 mes. Quedó embarazada pero la gestación se interrumpió legalmente.

Cuando la familia intentaba recuperarse de tremendo golpe, sufrieron otro sacudón: "A ella también", escribió en un papel la mayor de las niñas, aludiendo a su hermana de 11 años. Entonces se supo que el amansador de caballos también había violado a esa niña durante 7 meses. Las revelaciones de esas menores ante los psicólogos fueron estremecedoras, pues la menor dijo que a ella la violaba con una frecuencia de dos o tres veces por semana, amenazándola para que no hablara.

Condenado. Juan Alberto Lima

 

La mayor estaba al tanto de esos abusos, pero recién pudo hablar luego del aborto. "Vos sos mía, sos mi p…, si hablás, todos se van a enterar lo trola que sos", le decía. Y elevaba la apuesta, pues la tentaba para que hicieran tríos sexuales con su hermanita.

El caso fue denunciado por la madre de las niñas el 2 de diciembre pasado, cuando supo lo del embarazo, finalizado legalmente el 11 de diciembre, con 6 semanas y media de gestación.

El sujeto en cuestión, Juan Alberto Lima (42) quedó preso el 28 de ese mes acusado de aprovecharse de la inmadurez sexual de la mayor de las hermanas y por causarle un grave daño en la salud mental.

El 14 de febrero pasado la madre volvió a denunciar a ese sujeto por los ataques contra su otra hija. Entonces el fiscal de la UFI Anivi Roberto Mallea con la ayudante fiscal Andrea Insegna ampliaron la acusación en su contra por las violaciones reiteradas y la corrupción sexual de la hermana menor. Y agravaron todo los delitos por la situación de convivencia, el hecho de que actuara como educador (les enseñaba a andar en caballo) y la edad de las víctimas.

Una contundente prueba de ADN sobre su paternidad, y el informe de las psicólogas dando total crédito al relato de esas menores, empujaron al propio acusado y su defensor Juan Carlos Juárez a cerrar el caso en un acuerdo de juicio abreviado con Fiscalía.

Ayer, Lima aceptó haber cometido los aberrantes delitos sexuales contra ambas hermanas (hoy de 15 y 12 años). Y también ratificó ante los jueces Eugenio Barbera, Andrés Abelín Cottonaro y Celia Maldonado su decisión de cumplir un castigo de 15 años, pena que finalmente le impuso ese tribunal.