Algo de carne, una gaseosa y otras mercaderías cargaba en una mochila Elías Carmelo Corallo (54) de vuelta a su casa en la calle Dos Álamos, una zona de fincas en las afueras de La Majadita, en 9 de Julio. La hipótesis de investigación que se imponía ayer es que, a bordo de su bicicleta, Corallo transitaba hacia el este por la Ruta Provincial 183, que se puso a la par de un conocido que también iba en bicicleta y se corrió hacia la banquina cuando ocurrió el desastre. Un violento impacto de una camioneta, desde atrás, dejó a la bicicleta de Corallo hecha un nudo de hierros retorcidos, partidos y desencajados. Lo peor fue que el vehículo arrastró unos 20 metros bajo las ruedas al ciclista, hasta parar unos metros más adelante. Entonces -dijeron- Adolfo Figueroa (28) bajó de la vieja Chevrolet C10, constató que había atropellado a uno de sus vecinos, se tomó la cabeza por el estado en el que había quedado la víctima (llegó fallecido al hospital) y pegó la vuelta hasta su casa, situada a unas pocas cuadras en el Loteo Municipal. Luego volvió caminando al lugar del impacto, quedó detenido y la vieja Chevrolet C10 secuestrada de su casa a pedido del fiscal coordinador de la UFI de Delitos Especiales, Adrián Riveros, y el ayudante fiscal Leonardo Arancibia.
Ayer, los investigadores intentaban develar un punto clave de la investigación, surgida a partir de las versiones de vecinos de la zona del impacto: la posibilidad de que la camioneta circulara sin luces y sin frenos.
Por eso Fiscalía encargó una serie de pericias para corroborar si el vehículo cumplía o no con las condiciones mecánicas exigidas por ley para circular (al parecer no tenía RTO). En esa averiguación, pudieron saber que tiene licencia para conducir, pero el vehículo estaría a nombre de otra persona, precisaron.
El siniestro ocurrió alrededor de las 20,30 en la Ruta 183, unos 300 metros al oeste del cruce con Calle 11, en La Majadita. Tras el impacto, vecinos y familiares de la víctima aseguraron que la ambulancia tardó en llegar. Y que cuando lo cargaron y lo asistieron poco y nada pudieron hacer, pues Corallo ingresó sin vida al hospital Rawson alrededor de las 21.50, indicaron fuentes judiciales.
Corallo vivía con su madre. Y junto a uno de sus hermanos trabajaban las fincas de la familia, dedicándose más que nada al cultivo de alfalfa. Justamente por el comercio de fardos era bastante conocido en La Majadita y alrededores. Hincha de San Lorenzo, se entretenía viendo fútbol o en las reuniones con doma y folclore.
"Nosotros le decíamos cariñosamente ‘Gordo’, un trabajador de toda la vida, soltero y algo reservado, pero muy buena persona mi tío. Nos juntábamos todos los domingos para el almuerzo y era infaltable en las fiestas de fin de año o algún cumpleaños", dijo ayer Valeria Corallo, una de sus sobrinas. "Dicen que (Figueroa) andaba sin luces ni frenos. Sólo espero que si tuvo la culpa, pague por lo que hizo", concluyó la joven.
Otra tragedia
Una joven de 22 años murió en el Hospital Rawson y su hija de 4 quedó internada muy grave, luego de bajarse de un colectivo y ser embestidas por un camión en inmediaciones del cruce de Pellegrini e Ignacio de la Roza, en Rivadavia, sobre el mediodía de ayer. La víctima fatal se llamaba Milagros Martínez.