Las dependencias de la Policía de la Ciudad y los cuarteles de Bomberos porteños hacen sonar sus sirenas este jueves por la mañana, en homenaje a los dos bomberos que murieron durante el incendio y las dos explosiones que se originaron en la noche del martes en una perfumería de Villa Crespo.

Las víctimas fatales fueron el Comandante Director Ariel Gastón Vázquez, de la Compañía de Planeamiento Desarrollo; y el subcomisario Maximiliano Firma Paz de la Estación VI Villa Crespo, ambos de la Ciudad de Buenos Aires.

La medida fue dispuesta por el Secretario de Justicia y Seguridad porteño Marcelo D’Alessandro, a través de un comunicado en el que destacó la vocación de servicio de ambos servidores públicos y su apego al "cumplimiento de deber".

El funcionario dispuso además que el personal que se encuentre en servicio hará una interrupción de sus funciones y procederá a ponerse en posición firme, haciendo el saludo uno, para "recordar a los compañeros que dejaron la vida cumpliendo con su deber".

El Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y el Vicejefe Diego Santilli se hicieron presentes en el cuartel de bomberos de Villa Crespo minutos antes del acto.

El Jefe de Bomberos de la Ciudad Juan Carlos Moriconi, se acercó emocionado tras el sonido de las sirenas y aseguró: "El aplauso de la gente es el verdadero reconocimiento de nuestro trabajo. Acá estamos por una vocación y no dudamos en entregar la vida por las personas".

"Me toca despedir a dos camaradas que ofrecieron su vida sirviendo a la sociedad y es muy emocionante para mí", agregó con la voz quebrada. Y reconoció: "Este toque de sirena ha sido a nivel nacional y es la mejor paga que podemos tener".

El titular del SAME Alberto Crescenti también se acercó a hablar con la prensa que estaba en el cuartel central de la Policía de la Ciudad y recordó: "Ari era piloto de nuestro helicóptero, un fenómeno. Ellos son nuestros amigos y compañeros de trabajo".

El doctor se mostró muy conmocionado por la situación y reconoció: "Es muy duro ver cuando cae un compañero y tener que levantarlo". Y pidió: "Que Dios los tenga en el cielo".

Diego Vitalitti, amigo del Comandante Director Vázquez habló con TN y lo describió como una persona "con vocación de servicio". "Ayer conversamos. Me mandó unas fotos de unas cosas que estaba arreglando. A la tarde estaba cerca de la explosión y fue para ahí, y se sacrificó por sus amigos", remarcó el hombre, que fue compañero del bombero en el Liceo Militar.


Pasadas las 19, los bomberos lograron sacar los cuerpos de sus compañeros. La imagen fue desgarradora, ya que todos rodearon y acompañaron la camilla mientras los iban retirando del lugar hacia la ambulancia.

A través de un audio de WhatsApp al que accedió TN un bombero le informó lo sucedido a sus compañeros del cuartel: "Lo acaban de sacar muerto a Firma Paz de adentro del incendio. Falta Vázquez". Luego, en otro mensaje, el hombre reafirmó: "El comisario y el subcomisario murieron".

A las dos víctimas fatales se le suman otros nueve bomberos heridos. Todos habían acudido a apagar el incendio que se generó en el local, ubicado en la avenida Corrientes 5246, entre Scalabrini Ortiz y Malabia, donde posteriormente se produjeron dos explosiones y un derrumbe.

Desde la cuenta de Instagram de Pigmento, la cadena de perfumerías dueña del comercio incendiado, emitieron un comunicado donde lamentaron lo ocurrido. "Queremos acompañar en este trágico momento a las familias y compañeros de los Bomberos fallecidos y heridos en el día de la fecha", escribieron.

En la mañana del jueves familiares y amigos del Comandante Director Vázquez despidieron sus restos en una casa de sepelio de Morón. En medio de la pandemia de coronavirus, más de un centenar de personas esperaban en la puerta.

Les permitieron despedir los restos de Ariel en una casa velatoria porque estaba claro que no murieron por COVID-19 y, en estos casos, los protocolos lo permiten. Además, todo se llevó adelante con rigurosos protocolos de seguridad como distanciamiento social y uso de tapabocas.

Vázquez llevaba 25 años en la Fuerza, ingresó en 1995 como cadete en los bomberos de la Policía Federal, después pasó a la Ciudad. Maximiliano entró a los bomberos en 1997, integró el Grupo Especial de Rescate y fue de los primeros en llegar al lugar del incendio.

Casi a las 11:30, el ataúd de Vázquez fue subido a un coche fúnebre y una caravana de camiones de Bomberos y una Guardia de Honor, a cargo de la Policía motorizada de la Ciudad acompañaron a la familia hasta el cementerio de Morón. El bombero tenía dos hijos, de 16 y 19 años.

El homenaje en las redes sociales

Las sirenas y los bocinazos se hicieron sentir en todo el país, y las redes sociales lo reflejaron con comentarios de usuarios que no pudieron evitar emocionarse. Algunos filmaron las formaciones de las Fuerzas de Seguridad en sus barrios, le expresaron su respeto a los caídos.