El Gobernador de la provincia de Mendoza, Alfredo Cornejo; el secretario de Gobierno de Agroindustria, Luis Etchevehere, y los presidentes del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Ricardo Negri, y del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza (Iscamen) del Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía, Alejandro Molero, presentaron los resultados del control de Lobesia botrana durante la última temporada.
La campaña se diseñó a partir de lo realizado el año pasado y permitió reducir las capturas de la plaga un 95% respecto a la campaña 2016/2017. Se llevó adelante bajo la premisa del manejo integrado de la plaga (Combinación de herramientas). En tal sentido, se destaca la disminución de capturas en trampas de Lobesia botrana. En el 2016 hubo 468.772 capturas, en el 2017 198.887 y en este año se llegó a 23.717 capturas.
Con las diferentes herramientas utilizadas, en los momentos oportunos, se cubrieron más de 160 mil hectáreas de vid. Con casi 70 mil hectáreas alcanzadas, se está ante una de las mayores superficies bajo la técnica de confusión sexual en el mundo.
Pese a que el programa se había puesto en marcha en el 2010, "durante muchos años no nos pudimos poner de acuerdo entre Senasa, Nación, las provincias y los productores. Hasta el 2016 la única que ganó fue la Lobesia, de hecho, en esa cosecha perdimos el 30% de la producción y el 30% del empleo. Esto fue los que nos llevó a definir con la Provincia que esto no podía volver a pasar nunca más", explicó Ricardo Negri.
"A partir de ahí logramos un acuerdo, un plan de trabajo", agregó el titular del Senasa tras indicar que fueron las tareas conjuntas las que posibilitaron la reducción en un 95% de la plaga. "Además, los acuerdos han permitido bajar el costo por hectárea. Iniciamos con un costo superior a los 300 dólares para poder controlarla. Actualmente, los costos han bajado hasta alrededor de 70 u 80 dólares", completó Negri.
Luis Etchevehere calificó los trabajos como "exitosos. Hoy, nos hemos reunido para poder realizar una evaluación y vemos que se ha avanzado mucho en lo que se refiere a cobertura y reducción de la Lobesia". En cuanto a los costos, el secretario de Gobierno de Agroindustria le atribuyó la reducción a "una administración transparente y al hecho de haber licitado los productos. Gracias a esto, lo que antes sólo podía encarar un gran productor hoy también lo puede hacer un pequeño productor".
Para cerrar, Alejandro Molero sostuvo que "Mendoza ha llevada adelante la campaña de control y erradicación de Lobesia botrana más grande del mundo. No hay antecedentes de una campaña que abarque más de 165.000 hectáreas de cultivo, más de 10.000 productores que se capacitaron. Hemos dejado al oasis Sur prácticamente libre de este flagelo".
La lucha en Mendoza
En Mendoza la lucha contra esta plaga es considerada de interés provincial por la ley Nº 9.076 que establece como autoridad de aplicación en su territorio al Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria -Iscamen- y determina la obligación de este organismo de diseñar el programa de intervención anual con el objetivo de reducir la presión de plaga en todos los oasis productivos, hasta alcanzar la erradicación de la misma.
La asistencia con difusores de feromonas para la aplicación de la Técnica de Confusión Sexual en todos los oasis productivos alcanzó 59.471 hectáreas. En el Oasis Norte y Este, 43.316 hectáreas, en Valle de Uco, 12.588 hectáreas, y en el Oasis Sur, 3.567 hectáreas.
En tanto que la asistencia con insecticidas específicos a productores de los Oasis Norte, Este y el Valle de Uco, se pudo cubrir una superficie de 42.000 hectáreas. Mediante el Servicio de Tratamientos Aéreos con productos específicos bioinsecticidas- en fincas de Lavalle, Luján de Cuyo, Maipú, Rivadavia, Junín, San Martín y Santa Rosa, durante 13 días de trabajo, se cubrieron 56.374 hectáreas en zonas rurales. La última etapa de trabajo consistió en la pulverización de feromonas, a fin de emplear una alternativa de Técnica de Confusión Sexual para interrumpir las cópulas de los insectos del segundo vuelo de la plaga, en aproximadamente 9.800 hectáreas, cuya ubicación geográfica se definió en función de la situación de la plaga posterior al primer vuelo del insecto.