La llegada del coronavirus profundizó la crisis económica que atravesaba el país y la destrucción de puestos de trabajo es una de las consecuencias más notorias. De hecho, según analizó la consultora Data Driven en base a datos de la AFIP, más de 272.000 empleados en relación de dependencia perdieron su trabajo entre febrero y mayo de este año. Además, la firma remarcó que en el quinto mes del año la cantidad de trabajadores cotizantes del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) cayó casi 1,75 millones en el último año.
“A pesar de la prohibición de despidos, en dos meses y medio de cuarentena, más de 272.000 empleados en relación de dependencia perdieron su trabajo (tomando el período febrero-mayo de 2020). La destrucción neta de empleo asalariado alcanzó una caída de 331.842, si se extiende el análisis hasta diciembre de 2019. Y llega a una baja de 404.042 comparando mayo de este año contra el mismo mes de 2019. Así, la contracción interanual del empleo en relación de dependencia llegó en mayo al -5,1%”, sostuvo el informe.
En variaciones porcentuales, las actividades más golpeadas fueron Construcción (-31,2%), Cultura y Esparcimiento (-14,8%), Hoteles y Restaurantes (-11,4%) y Servicios Inmobiliarios (-9,3%).
Según el estudio, en el ítem “pérdida de empleo registrado acumulada”, se destaca en mayo una caída anual del 23,9% para los asalariados, del 19% para los autónomos y del 6,9% para los monotributistas. Desde diciembre, esas caídas fueron del 19,8%, 25,9% y 10,3%, respectivamente.
El informe remarcó también que en mayo “el número de empresas empleadoras formales se retrajo -5,2% (28.460 firmas menos)” en el último año. “El grueso de la baja ocurrió después de diciembre de 2019. Casi 24.000 empresas se retiraron del mercado laboral formal luego de dos meses de cuarentena y pandemia. Muchas de ellas cerraron sus puertas para siempre”, sostuvo el estudio.
“En mayo la cantidad de trabajadores cotizantes del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) cayó 1.747.878 respecto de mismo mes de 2019. La baja porcentual fue de casi 20 puntos porcentuales (-19,8%)”, señaló en el informe, en base al Boletín de Seguridad Social difundido por la AFIP. Desde enero, la merma en ese rubro fue de un 16%.
Según la AFIP, los cotizantes “son aquellos trabajadores en relación de dependencia por quienes se registra el pago de al menos una posición mensual, independientemente de su inclusión en una declaración jurada presentada. El aportante autónomo es también cotizante ya que solo efectúa el pago sin tener la obligación de presentar mensualmente un formulario de declaración jurada, mientras que el aportante dependiente puede ser cotizante o no según compute el pago mensual en el año de referencia”.
“Estos datos no implican una caída definitiva de estos empleos, entre los que no sólo hay empleados en relación de dependencia, sino también monotributistas y autónomos. Pero lo cierto es que nunca se había dado una caída tan grande en la serie de cotizantes”, analizó a Ámbito Agustín Almada, de Data Driven, quien agregó: “La baja de empleo registrado en relación de dependencia es en sí ya muy intensa. Todavía no se puede decir que sea mayor a la de 2002, pero es probable que llegue a serlo con los datos oficiales de los próximos meses”.
Pronóstico
Según una proyección de la consultora Ecolatina, durante el segundo trimestre del año (afectado de lleno por la cuarentena), la tasa de desempleo habría superado el 15%. Estima, además, que cerraría 2020 en torno al 13,5%. “Pese a que dicha cifra se ubicará por debajo del pico de 20% de 2002, no deja de ser preocupante”, sostuvo en su informe, en el que destacó que “los principales afectados por el deterioro del mercado laboral son los trabajadores informales y cuentapropistas, a quienes, en muchos casos, la merma en los ingresos podría ocasionarles caer por debajo de la línea de pobreza”. Los sectores no esenciales, la construcción y restaurantes y hoteles “serán los más perjudicados” y “en suma, estimamos que la cuarentena ocasionaría una pérdida de 400.000 asalariados privados registrados”.
“La caída del salario real atenuó el ajuste vía cantidad de puestos de trabajo, pero también provocó el ingreso al mercado laboral de personas que buscaban compensar la pérdida de poder adquisitivo de las familias como un todo”, sostuvo Ecolatina, que aclaró que para estimar la tasa de desempleo, hay que tener en cuenta distintas consideraciones: “Nuevos demandantes presionarán sobre el mercado de trabajo ante la necesidad de recomponer el poder adquisitivo de los hogares, factor que podría acentuarse si se le suma el temor a la pérdida del empleo del jefe/a de hogar. En la dirección opuesta, las restricciones a la movilidad y las bajas expectativas de encontrar un empleo podrían expulsar a la inactividad a muchas personas. Asimismo, es de esperarse que tras el confinamiento los trabajadores informales o cuentapropistas vayan reinsertándose gradualmente a sus actividades, ya que estas modalidades son, sin dudas, las que mayor terreno tienen por recuperar en el corto plazo”.